Sin la extradición de Fethullah Gülen, peligran las relaciones entre Turquía y los EEUU

El líder religioso es acusado de ser el cerebro detrás del “golpe frustrado”. Pero según algunos analistas, el golpe “fue bien logrado”, puesto que ahora todo el poder está en manos de Erdogan. Campaña de los medios contra Gülen y los Estados Unidos. En Occidente, crece la desconfianza hacia Turquía.

Ankara (AsiaNews) – En una entrevista en directo emitida ayer en Haberturk TV, una red de televisión privada, Mevlüt Çavuşoğlu, ministro turco de Relaciones Exteriores, amenazó a los EEUU con un deterioro de las relaciones entre los dos países, en caso de negar la extradición del líder religioso exiliado Fethullah Gülen, único rival político que queda a Erdogan, señalado como el cerebro del “complot fallido”.

El gobierno turco ha acusado al líder religioso del movimiento Hizmet por el intento de golpe ocurrido el 15 de julio pasado, cuya duración total no llegó ni a seis horas. La brevedad de los tiempos del mismo ha sido tal, que excluye todo fundamento serio para un resultado establecido a partir de investigaciones reales. Incluso el hecho de los arrestos efectuados en las primeras horas inmediatamente después del golpe hacen pensar en la existencia previa de una lista de personas “indeseables” que fueron inmediatamente acusadas y dejadas fuera de juego. Magistrados, periodistas, militares: el rastrillaje ocurrió en unas pocas horas, tanto, que un analista de Mediapart, Djordje Kuzmanovic, usó -con ironía- la expresión “el Golpe bien logrado”.

Fethullah Gülen vive en el exilio en Filadelfia, EEUU, desde 1999. Ex compañero de lucha política de Erdogan, Gül y Erbacan, sufrió en carne propia los horrores de los golpes de Estado, y fue incluso encarcelado por los militares, junto a Erdogan. Ante semejantes acusaciones, inmediatamente negó todo involucramiento con los hechos, sintiéndose incluso “insultado” por esta acusación, a la que definió como “infundada”.

Por el contrario, para el gobierno turco es “la Organización terrorista (FETÖ) del líder Fethullah Gülen quien ha “ideado el golpe, movilizando sus células durmientes en las instituciones turcas para dar la mordida final [se sobrentiende que se habla de la mordida de la serpiente venenosa-ndr] a la democracia turca, la cual fue frustrada gracias a la resistencia unida de los turcos”.

La prensa turca (ya favorable a Erdogan en su casi totalidad) llegó incluso a descubrir los medios de comunicación utilizados por los golpistas que “recurrieron al software chino QQ para comunicarse más allá del océano”, en tanto para la comunicación interna “se recurrió al videojuego ‘Clash of Kings’ con nombres y lenguaje en código de ‘juegos de guerra’ para no ser detectados por la inteligencia turca”.

A través de sus firmas más prestigiosas, la prensa ha desencadenado una campaña mediática antiamericana sin precedentes. İbrahim Karagül , en las páginas de Yeni Şafak llega incluso a acusar a los Estados Unidos de una “guerra abierta” a través de “sus terroristas”, para llevar a cabo una “invasión interna”, y ataca de manera directa a la administración del presidente de los EEUU Barack Obama: “El presidente de los EEUU, Barack Obama, ha agregado una página infame a su carrera presidencial que terminará en dos meses. Él ha atacado a Turquía a través de una organización terrorista dirigida por sus servicios secretos. Ha tomado a la nación entera como blanco, con una organización que recibe instrucciones y cumple acciones según [directivas de] sus servicios secretos y ha bombardeado el Parlamento del Pueblo. La inteligencia de los EEUU ha tratado de eliminar a Erdoğan y de tomar el país en sus manos”. Karagül ha llegado a hablar de la utilización de “métodos propios del 11 de septiembre contra nosotros”, afirmando que “apenas concluyera la cuestión siria, [los EEUU y los europeos] habrían atacado Turquía. Han comenzado a hacerlo antes de que ésta finalice”.

La campaña de desconfianza es recíproca: en Occidente también crecen las voces escépticas en relación a una alianza estratégica con Turquía, o a su candidatura para la Unión Europea, sobre todo luego de la noticia -que circuló en los últimos días- de un acuerdo entre Rusia, Azerbaiyán, Turquía e Irán que, excluyendo a Armenia, abriría un camino entre la India y Europa, con cambios a nivel estratégico y económico que arriesgarían dar vuelta todos los acuerdos emprendidos durante décadas entre los diferentes actores del atormentado tablero mundial.

Tras las innumerables pruebas del apoyo brindado por Turquía a Daesh en Siria e Irak, son muchas las voces dubitativas que se alzan en los Estados Unidos para cuestionar el hecho de mantener en el seno de la OTAN a un país tan problemático como este. (P.B.)