Sin electricidad, Gaza se vuelca a los paneles solares

El objetivo es colocar instalaciones fotovoltaicas sobre los techos de diez mil viviendas de la Franja. Implica enfrentar una inversión inicial de unos cinco mil euros por persona, que garantice beneficios a largo plazo. Después de años de restricciones impuestas por Israel, hoy la importación de los paneles es libre. Y los precios bajaron.

Gaza (AsiaNews/OLJ)- La crisis energética que afecta desde hace tiempo a Gaza, además de Palestina y otras zonas del Oriente Medio, podría ser aliviada gracias al uso de energía solar, capaz de suplir la falta de centrales eléctricas. De aquí surge, en un futuro próximo, el objetivo de instalar paneles solares sobre los techos de al menos diez mil viviendas de la Franja. Además, porque entre el bloqueo israelí y el mal funcionamiento de la única planta presente, el enclave palestino logra, con suerte, proporcionar tan sólo algunas pocas horas diarias de corriente eléctrica a sus 1,9 millones de habitantes.

Entre los grandes sostenedores de la energía solar fotovoltaica se cuenta un criador de ganado: se trata de un palestino de 52 años, Nahed Aboud, que además de hacer frente a las guerras -principal causa de la muerte de sus animales- debía sortear el obstáculo de la falta de energía durante sus actividades. Tras haber reconstruido dos veces el cobertizo donde almacena productos inflamables, ahora se dispone a invertir su dinero -si el banco le otorga el préstamo- para equipar el techo con paneles solares.

“Cada día se suceden cortes en el suministro de energía -cuenta el hombre- y es necesario usar generadores que resultan muy costosos por el combustible que utilizan, y que suelen requerir un mantenimiento”. Con una inversión inicial de 4.500 a 5.400 euros, está equipando una instalación que le garantizará energía a costo cero para el futuro.

Y como él, son cada vez más los habitantes de la Franja que apuntan a la energía solar fotovoltaica en una región en la cual el sol brilla gran parte del año y las jornadas de lluvia suelen ser bastante escasas. En los últimos años cada vez más techos son vistos cubiertos por paneles negros y grises, a la vez que cada vez más revistas y periódicos hacen publicidad de este tipo de energía alternativa.

Las autoridades también siguen con atención la iniciativa de muchos ciudadanos particulares, autorizando las instalaciones de paneles solares sobre los techos de escuelas, hospitales e instituciones públicas; en un intento por resolver, aunque sea de manera“parcial”, el “viejo problema energético” explica Raëd Abou al-Hajj, responsable de los proyectos referidos a la energía el fotovoltaica en el ente responsable de la energía en Gaza.

Frenada en el pasado por las restricciones al comercio impuestas por Israel, hoy la importación de paneles es libre y ha registrado una drástica disminución de precios. Una cuestión que es crucial para este pequeño territorio, en el cual la mitad de la población vive por debajo de la línea de pobreza.

Entre las consecuencias positivas, además de tener efectos benéficos para el balance familiar y el ambiente (no contamina, a diferencia de los generadores), la energía solar es también “más segura” como subraya Mohammed Atallah, empresario del sector. Y recuerda el peligro que constituyen los generadores y las velas o candeleros que, según fuentes sanitarias de la Franja provocaron incendios y explosiones que causaron la muerte de veinticuatro personas en el pasado reciente. Y la mayoría de estas víctimas fueron niños.

Sin embargo, aún existiendo este creciente interés, la energía solar se ha mantenido en un espacio marginal dentro del mercado energético de Gaza. La demanda de electricidad proveniente de la Franja se estima en alrededor de 450 megavatios; de éstos, por el momento sólo están a disposición 250, es decir, poco más de la mitad. De la energía efectivamente disponible, el 27% es proporcionada por Israel, el 22% por la única central eléctrica presente -ya activa- en Gaza, y el 6% proviene de Egipto.

Hasta hoy, las energías renovables cubren cerca de 3 megavatios del total necesario”, concluye Abou al-Hajj, quien anuncia que mientras tanto “de aquí a tres años, esperamos alcanzar una cuota de 15 megavatios”. En definitiva, la energía solar está entre las pocas alternativas concretas ara responder a la creciente demanda de energía por parte del público y del sector privados.