Simposio de AsiaNews 2018: Jóvenes que resisten
En el encuentro que se realiza hoy, hay testimonios de Irak, China, Camboya, de Brasil, Hong Kong. Una contribución al Sínodo de los jóvenes que se celebra en el Vaticano. Superar la mirada sociológica y política del mundo de los jóvenes. La fe en Jesucristo y la compañía de adultos misioneros es el camino para exaltar las cualidades de los jóvenes y llevarlos a ser constructores de una nueva sociedad.
Roma (AsiaNews)- “Jóvenes que resisten. Testimonios de Irak, China, Camboya, Brasil”: es el título que le hemos dado al Simposio de AsiaNews 2018, que se realiza hoy en el Salón de AsiaNews en Roma, en vía A. G. Barrilli, 42, a partir de las 17,30.
En el encuentro participan: el p. Paul Thabet Mekko, sacerdote en Karamles el primer sacerdote que volvió a la Planicie de Nínive (Irak), después de la derrota y la expulsión del Estado islámico; el p. Luca Bolelli, misionero del PIME en Kdol Leu (Camboya), que trabaja en la evangelización de los jóvenes en una sociedad casi completamente budista y que resurge de las cenizas de los jemeres rojos; Giovanni Pang Chun Yu, educador salesiano en la megalópolis de Hong Kong; el p. Marcelo Farías Dos santos, misionero del PIME destinado en Japón, que narra el modo en el cual nació su vocación misionera.
El encuentro de hoy quiere ser una contribución al Sínodo de los jóvenes que se está realizando en el Vaticano del 3 al 18 de octubre.
Es una contribución un poco contracorriente: antes y después del Sínodo fuimos tocados por las estadísticas sobre la religiosidad de los jóvenes, sobre la frecuencia a las misas y a los encuentros cristianos, sobre el aislamiento de ellos de sus familias y del mundo de los adultos.
Esta mirada sociológica no nos satisface, como tampoco nos satisface el énfasis que se difunde sobre la “participación de los jóvenes en la vida de la Iglesia”, reducida a una cuestión política de mayores espacios que hay que conquistar, de libertades que hay que defender, como si la Iglesia fuese un esqueleto institucional, viejo y asfixiante, que oprime a los jóvenes y a los adultos.
Los testimonios que presentamos en el Simposio son de jóvenes que han encontrado en la fe en Jesucristo (no en la sociología ni en la política) su fuerza y su alegría. Ellos han encontrado en la compañía de la Iglesia una fraternidad que exalta sus cualidades: el lanzamiento ideal, la valentía, el deseo de construir el futuro. Al mismo tiempo, la sabiduría de los adultos que los acompañan, los ayudan a no volverse esclavos no sólo de las redes sociales, como tampoco de la opinión pública dominante, heciéndolos capaces de ser constructores de la sociedad en la cual está insertados, a menudo aún marcada por la guerra, la miseria y el anonimato.
Algunos comentadores afirman que el Sínodo que se está celebrando en el Vaticano tiene demasiado el ojo sobre el occidente y sus problemas y poco una visión realmente universal.
En Occidente estamos acostumbrados a ver a los jóvenes marcados por la búsqueda y el individualismo, de amistades virtuales y soledad. En Oriente no es diverso. Sin embargo las situaciones que presentamos en el Simposio, donde dominan la guerra, el sub-desarrollo, la vida en las megalópolis demuestran que algo nuevo está creciendo, que la fe en Jesucristo plasma la vida de los jóvenes, sus perspectivas vocacionales, su compromiso en la sociedad por más que destruida esté. Esto “nuevo” del Oriente, que es fe vivida y testimoniada, puede inflamar también al occidente.
17/12/2016 13:14