Shireen Abu Akleh: un museo y becas para nuevas voces de libertad
Un año desde la muerte de la periodista cristiana palestina asesinada por un soldado del ejército israelí en una redada en Yenín. La batalla de la familia por la justicia y la verdad en un clima de impunidad. Su hermano Anton a AsiaNews: "Mantener vivo el recuerdo de su trabajo". Ataques aéreos en Gaza, murió el líder de la Yihad Islámica y hay víctimas civiles, entre ellas tres niños.
Jerusalén (AsiaNews) - Un año "doloroso" para su familia, que siente "su ausencia" porque "solíamos sentirla cerca y era una fuente de apoyo para todos. También por eso hemos decidido mantener vivo su recuerdo y su testimonio", especialmente en su trabajo, apoyando con becas "a las mujeres que quieren hacer periodismo". Esto contó a AsiaNews Anton Abu Akleh, hermano de Shireen, la periodista palestina cristiana que murió el 11 de mayo de 2022 por el disparo de un soldado israelí durante una operación militar en Yenín, Cisjordania. "Queremos ayudar a las jóvenes reporteras a seguir sus pasos -continuó-, a luchar por la libertad de prensa, un valor fundamental por el que ella siempre luchó".
Un año después de su muerte, los palestinos le rindieron homenaje por su testimonio, el valor y la dedicación con que vivió su trabajo, denunciando los abusos y las distorsiones vinculadas a la ocupación israelí en los territorios. "Existe una especie de impunidad, un doble rasero cuando se trata de Israel. Otras veces en el pasado -continúa Antón-, cuando mataban a periodistas, el asunto se encubría. Por eso, para nosotros, los familiares, es importante que los autores comparezcan ante la justicia, que respondan de sus actos y que esto no vuelva a sucederle a otros cronistas".
Este pedido de su hermano se ve confirmado por las cifras publicadas por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), según las cuales al menos 20 reporteros fueron asesinados por las fuerzas de seguridad israelíes desde 2001. Todo ello en un marco de impunidad que les permite a los autores quedar impunes de sus actos, mientras el engaño es rutinario, y la cúpula del ejército bloquea las investigaciones. Una situación que constituye una "grave amenaza para la libertad de prensa", denuncia el CPJ, como ocurrió en el caso de Shireen.
En los últimos 12 meses, la familia de la periodista, originaria de Belén y con doble nacionalidad palestina y estadounidense, ha realizado numerosos esfuerzos para obtener justicia, apelando -en vano- a la Casa Blanca y al presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Entre ellas figura una denuncia formal ante la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya (Holanda). Shireen, que durante 25 años fue la "voz de Palestina" para Al Yazira (que promovió un acto conmemorativo y un seminario en su sede de Doha) y otros medios de comunicación, murió por el impacto de una bala en la cabeza mientras informaba sobre una incursión del ejército israelí en Yenín.
Según el protocolo, llevaba puesto un casco protector y un chaleco antibalas, con el símbolo de la prensa bien visible, pero no fue suficiente para escapar de las balas. Su compañero Ali al-Samoudi, que estaba con ella en ese momento, resultó herido en la espalda. El ejército israelí defendió en repetidas ocasiones la hipótesis de un accidente, aunque admitió la "alta probabilidad" de que uno de sus soldados se confundiera al dispararle a través de una mira telescópica, que amplifica hasta cuatro veces, desde el interior del jeep blindado. Ante la movilización de ONG y activistas, Israel reconoció el asesinato, pero reiteró la tesis del "error", no de un acto deliberado.
“Shireen dio su vida por una causa justa y no permitiremos que caiga en el olvido", subrayó su hermano. "Por eso es importante mantener viva su memoria, en particular la de su trabajo, y pretendemos hacerlo con becas para mujeres periodistas, que se concederán a través de una fundación". A ello se añade la creación de un museo en su nombre, en Ramala, en colaboración con Al Yazira". De su hermana, recuerda su fe, su condición de cristiana, que vivía de forma "humilde y reservada", guardándosela "sobre todo para sí misma. Era cristiana y palestina, contaba las atrocidades que se cometían en su tierra, apoyaba a su pueblo, denunciaba la ocupación".
Violencia que se renueva hoy con más intensidad. Al amanecer, Israel respondió con contundencia al lanzamiento de más de 500 cohetes que se realizó ayer desde Gaza, y mató al jefe de la unidad misilística de la Yihad Islámica (YI), Ali Hassan Ghali (más conocido como Abu Muhammad), y alcanzó a más de 130 objetivos vinculados a la milicia en la Franja. Se trata de los combates más intensos de los últimos meses, en una continua escalada de violencia: al menos 25 palestinos murieron, entre ellos tres niños que figuran en la lista de "víctimas colaterales" del conflicto. "Es evidente que al gobierno israelí no le interesa la paz y continúa con su política de matar civiles y periodistas, todo ello unido a un clima de impunidad, del que se benefician, y al silencio absoluto de la comunidad internacional, la Unión Europea y Estados Unidos. Si Shireen viviera hoy -concluyó su hermano-, estoy seguro de que seguiría informando sobre la violencia. Hoy hay quienes retomaron su legado y siguen haciéndolo por ella”.
01/09/2021 15:28
30/01/2023 14:22