Seúl: LG levanta vuelo en la bolsa de valores con un auto eléctrico

de Guido Alberto Casanova

La subsidiaria especializada en la producción de baterías se convirtió, en su debut, en la segunda mayor empresa del país por valor de mercado, al recaudar 10.800 millones de dólares en la venta de las acciones. Un boom que marca la vuelta a escena de los grandes conglomerados industriales coreanos, favorecido por la competencia con la china CATL en un sector estratégico.

Seolu (AsiaNews) - LG Energy Solution, una subsidiaria del gigantesco conglomerado industrial encabezado por LG, es la segunda empresa más grande de Corea del Sur por valor de mercado y el jueves pasado fue lanzada en la bolsa de valores de Seúl, con una oferta pública inicial (OPI). ) récord: los 10.800 millones de dólares recaudados con el lanzamiento al mercado de las acciones de LG Energy Solution son más del doble de los recaudados por la rama de seguros de Samsung en el momento de su salida a bolsa, que ostentaba el récord anterior.

Las acciones, que inicialmente se vendieron a 300.000 wones coreanos cada una, alcanzaron casi el doble de su valor el primer día y cerraron en +68,3% al final del día. Esta valoración fija el valor de la empresa en 118 billones de wones (unos 98.000 millones de dólares), la segunda en el país solo por detrás de Samsung Electronics. Para LG, la salida a bolsa de la semana pasada ha sido una buena señal. En abril el conglomerado había anunciado su inminente retirada del sector de la fabricación de teléfonos inteligentes tras varios años en números rojos, con la intención de centrar su atención en otros mercados como el de los componentes para automóviles eléctricos.

LG Energy Solution, en efecto, es el brazo de LG especializado en la producción de baterías para vehículos eléctricos. Según una estimación de SNE Research, la cuota de mercado global de la empresa surcoreana sería del 23,8%, solo superada por la china CATL (31,2%).

Hay al menos dos razones que explican el éxito de la salida a bolsa de la subsidiaria de LG, que atrajo a un gran número de inversores tanto institucionales como particulares. La primera es la creciente y continua expansión de la demanda de baterías, que está ligada a los esfuerzos de gobiernos y empresas por alcanzar el objetivo de la neutralidad climática. Según algunas estimaciones la producción de automóviles eléctricos despegará en los próximos años, y en 2030 representarán al menos un tercio de todos los coches nuevos vendidos.

La segunda es, en cambio, la ventaja competitiva de la empresa surcoreana sobre su rival china en el clima político actual, caracterizado por el conflicto entre EE. UU. y China. CATL, a pesar de su mayor tamaño y de proveer a numerosos fabricantes de automóviles (como BMW, Toyota y Honda), genera alrededor del 80% de sus ingresos en China y difícilmente podrá profundizar sus operaciones en el exterior en el actual clima de desconfianza. LG Energy Solution, por otro lado, está construyendo rápidamente una red de joint venture a nivel mundial que le permite a la empresa posicionarse estratégicamente para aprovechar el crecimiento del automóvil eléctrico. En el último año llegó a un acuerdo para la producción de baterías para Stellantis y anunció inversiones en dos nuevas plantas con General Motors, además de una tercera que ya se está construyendo.

Sin embargo, el ascenso de la empresa surcoreana como intérprete global de la revolución verde también revela mucho sobre el quinquenio de Moon Jae-in. El presidente democrático, cuyo mandato está llegando a su fin, fue elegido con la promesa de combatir el poder desmedido de los grandes conglomerados industriales que dominan la economía surcoreana, entre ellos LG. Sin embargo, la transición energética y el desarrollo de tecnologías verdes, necesarios para mantener el crecimiento económico del país, no serían posibles sin las competencias y los capitales de estos conglomerados. LG Energy Solution, incluso después de la salida a bolsa, estará controlada en un 82% por LG Chem, una de las grandes ramas en las que se divide el conglomerado. En Corea, el debate sobre cómo combinar la democratización productiva y la innovación tecnológica, por lo tanto, está destinado a durar.