Seúl propone a Pyongyang reunir a las familias divididas por la guerra
Desde el año 2000, las reuniones entre familiares se han convertido en una herramienta para promover el diálogo intercoreano. En la última década, los encuentros se espaciaron más y más: la última reunión fue en 2018. Corea del Sur tiene cerca de 43.700 ciudadanos inscritos en el programa de reunificación del gobierno, pero el 85% son mayores de 70 años.
Seúl (AsiaNews) - Para muchas familias divididas, ésta podría ser la última vez que se abracen. En vísperas de la tradicional fiesta coreana de Chuseok, el ministro surcoreano de Unificación, Kwon Young-se, propuso a Pyongyang reanudar las conversaciones para permitir que las familias divididas entre el Norte y el Sur se reúnan con más frecuencia.
Desde hace más de 70 años, decenas de miles de familias están divididas por la frontera más militarizada del mundo. Se trata de uno de los legados de la división de Corea y de la guerra fratricida (que, formalmente, nunca se concluyó) que sigue enfrentando a Corea del Sur y del Norte desde 1950. Sin embargo, desde el año 2000, gracias a la "sunshine policy" del ex presidente Kim Dae-jung, las reuniones entre familias divididas se han convertido en una herramienta para promover el diálogo intercoreano y la distensión entre ambos países. Lo cierto es que en la última década, estas reuniones se han vuelto cada vez más raras: la última fue en 2018, cuando por un breve momento la diplomacia de Moon Jae-in y Donald Trump consiguieron aliviar las tensiones con Corea del Norte.
Desde Seúl, Kwon advierte que "tenemos que resolver el problema antes de que desaparezca la palabra 'familias separadas'", ya que a esta altura, gran parte de la generación que vivió el trauma de la partición de Corea es de edad muy avanzada. En Corea del Sur hay cerca de 43.700 ciudadanos inscritos en el programa gubernamental de reunificación con familiares que viven en el Norte y el 85% son mayores de 70 años, según datos del ministerio.
En el mensaje enviado al Norte, Kwon subraya que las reunificaciones ocasionales de un pequeño número de familias divididas no son suficientes y reitera que el gobierno de Seúl está dispuesto a dialogar en cualquier momento. La propuesta resultó bastante inesperada, ya que esta apertura choca con el tenso momento que vive la península. Pyongyang lidia con la difusión del Covid en Corea del Norte, y prepara una nueva prueba nuclear desde hace varios meses, según la inteligencia surcoreana.
De momento, el nuevo presidente Yoon Suk-yeol no parece haber despertado ninguna simpatía en el círculo de Kim Jong Un. El mes pasado, el presidente surcoreano prometió una "iniciativa audaz" para desnuclearizar Corea del Norte. La respuesta de Kom Yo Jong, la hermana del líder norcoreano, fue glacial: instó a Yoon a concentrarse en los asuntos internos y a no ocuparse de las relaciones intercoreanas.
El gobierno conservador de Seúl no tiene intención de proponer incentivos -como la ayuda alimentaria- para llevar al Norte a la mesa de negociaciones. "El Norte debe responder, ya que la cuestión de las familias separadas es un asunto humanitario", dijo Kwon. A pesar de ello, según informa la agencia de noticias Yonhap, el mes pasado, por primera vez, el Ministerio de Unificación del gobierno de Yoon habría dado luz verde al plan de ayuda de un grupo civil para proporcionar asistencia alimentaria al Norte.
Lo cierto es que ante las iniciativas de Seúl de los últimos años, Pyongyang ha permanecido muchas veces en silencio. Pero Kwon no se rinde. "Aunque no haya respuesta de Corea del Norte, seguiremos llamando a la puerta y haciendo propuestas".
14/07/2023 13:31
