Seúl, miles de católicos en oración por la reconciliación con el Norte (Foto)
La arquidiócesis organizó el evento en el ámbito de la Jornada que recuerda el inicio de la guerra de Corea. El Card. Yeom subrayó la importancia de la oración, del perdón y de la reconciliación. El arzobispo confía a María, Reina de la paz, “este momento crítico de la nación”.
Seúl (AsiaNews)- Hace 2 días, en el auditorium del liceo de Dongsung en la arquidiócesis de Seúl, se desarrolló un en cuanto de oración para la reconciliación, la unidad y la paz en la península coreana. El evento fue organizado por el Comité de la Reconciliación nacional de la arquidiócesis, en el ámbito de la Jornada nacional de oración instituida por la Conferencia episcopal coreana en 1965. Ésta se celebra cada año el 25 de junio, día en el cual hace 69 años Corea del Sur fue invadida por parte de las tropas norcoreanas y que dio inicio a la trágica guerra fratricida.
El auditórium estaba repleto con cerca de 3 mil fieles, que han participado al entero programa: una misa, el rezo del Rosario y una lección sobre la Iglesia en Corea del Norte.
Al final de la función, una decena de muchachos y muchachas pertenecientes a la comunidad católica de Mongolia realizaron cantos y danzas tradicionales. El espectáculo fue signo de la gratitud de ellos por las ayudas recibidas de parte de la Iglesia de Corea, como también por la solidaridad de los católicos mongoles en el promover la unidad y la paz en la península coreana.
La misa fue concelebrada por el Card. Andrea Yeom Soo-jung, arzobispo de Seúl, además que administrador apostólico de Pyongyang; el p. Achilleo Chung Se-Teok y el p. Luca Lee, respectivamente responsable y vice responsable del Comité para la reconciliación nacional de la arquidiócesis de Seúl; y una decena de sacerdotes de la arquidiócesis.
Durante la homilía, el Card. Yeom subrayó la importancia de la oración, del perdón y de la reconciliación para alcanzar la paz en la península coreana no produjeron un resultado tangible y digno de nota, estamo totalmente conscientes que sea extremadamente urgente rezar con todo el corazón y todas nuestras fuerzas por estos objetivos. Tal oración es también un servicio importante que nuestra Iglesia puede y debe dar a nuestra nación y al pueblo de todo el mundo.
El Card. Yeom lugo habló sobre la campaña de oración, que lleva por título: “Custodiar en mi corazón una parroquia del Norte” y que la arquidiócesis de Seúl conduce desde 2015. La iniciativa quiere poner en práctica el consejo dado por el papa Francisco durante la homilía de la misa que concluyó su visita a Corea, en 2014: rezar por las 57 parroquias y los 52 mil fieles que existían en el Norte, antes de la división del país.
“Llevamos adelante esta campaña- afirmó el cardenal- , creyendo firmemente que ‘para que los recordemos, deben estar vivos y hasta que recemos por ellos, nuestros deseos se cumplirán’. Queremos continuar recordando y rezando por nuestros hermanos y hermanas del Norte, que sufren la represión de los derechos humanos, comprendida la libertad religiosa. Pedimos a Dios que se ocupe de cuántos viven la vida de fe en modo clandestino y en la persecución. En el hacerlo, queremos también pedirle que nos guíe a la unión espiritual en sus sufrimientos, ofrecida como ofrecimiento sacrificatorio de reconciliación para la salvación de nuestra nación, para que nos esforcemos en evangelizar a todo el pueblo del Sur y del Norte. En esta perspectiva, esta campaña debe ser un movimiento muy eficaz de solidaridad que une, aunque sí en modo invisible, el Sur y el Norte a través de la oración”.
El arzobispo de Seúl luego prosiguió exaltando la potencia de la oración, que se manifestó en el curso de la reciente historia. El Card. Yeom por lo tanto atribuyó el derrumbe del régimen comunista soviético al hecho que la Iglesia había ofrecido en modo incesante la oración del Rosario, otras súplicas y sacrificios, como lo pidió la Virgen de Fátima en 1917 y en el curso del Año Mariano 1987/88.
“Si bien no hemos obtenido algún resultado tangible de los esfuerzos para alcanzar la desnuclearización de Corea del Norte, la humanización y la evangelización de la sociedad norcoreana, además que la verdadera paz en la península coreana, nosotros no perdemos jamás la esperanza- reafirmó el cardenal-. Hasta que recemos constantemente con ‘una ilimitada confianza en Dios, Señor de la historia, que tiene en sus manos el corazón de los hombres’, estamos seguros de estar en grado de vencer las fuerzas del mal y realizar el milagro de la paz”.
El Card Yeom lugo subrayó que una verdadera paz se hace posible sólo desde el perdón y de la reconciliación. Perdonar no es fácil, pero es inherente a la identidad cristiana y es una condición indispensable para ser perdonados por Dios. “Debemos pedir al Señor que nos dé la gracia de perdonar, porque es una gracia el saber perdonar, como dijo el Papa Francisco”.
“Si rezamos y trabajamos todos juntos, perdonando y reconciliándonos el uno al otro en nombre de la desnuclearización de Corea del Norte, de la humanización, de la evangelización de la sociedad norcoreana y de una verdadera paz en la península coreana, Dios seguramente escuchará nuestra oración”, declaró.
El arzobispo de Seúl al final confió a María, Reina de la paz y a su intercesión “este momento crítico de nuestra nación y los esfuerzos que se están haciendo y se harán, aún con graves dificultades y a menudo en situación de punto muerto, para alcanzar la verdadera paz y el auténtico desarrollo en la península coreana”.
*El prof. Thomas Hong-soon Han e miembro del Consejo para el apostolado de los Laicos de la arquidiócesis de Seúl.
25/03/2019 17:04
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