Seúl, los obispos reclaman que el presidente Yoon pida disculpas y asuma sus responsabilidades

La oposición ha presentado una moción de impeachment que se votará en los próximos días. También han sido acusados los ministros del Interior y Defensa, que colaboraron para imponer la ley marcial. La sociedad civil en las calles pide la dimisión del presidente.

Seúl (AsiaNews/Agencias)- La oposición surcoreana inició el procedimiento para acusar al presidente Yoon Suk Yeol, que ayer declaró (y después revocó) la ley marcial. Hoy en la capital, Seúl, miles de personas salieron a las calles para protestar, e incluso los obispos surcoreanos criticaron la decisión de recurrir a la ley marcial.

En el anuncio que se transmitió en directo durante la noche de ayer (y del que varios colaboradores del presidente no estaban en conocimiento), Yoon acusó a la oposición, encabezada por el Partido Demócrata, de obstaculizar el trabajo del Gobierno. En los días anteriores, el Parlamento - controlado desde abril por la oposición - había redimensionado la ley presupuestaria con una serie de recortes y había presentado una moción para destituir a un auditor y al fiscal general.

Ayer Yoon habló de "fuerzas antiestatales" y "pro-norcoreanas", expresiones que ya en el pasado había utilizado en referencia a la oposición y que, por tanto, no tienen nada que ver con la amenaza militar de Corea del Norte.

Para muchos surcoreanos la proclamación de la ley marcial fue un shock que evocó los tiempos de la dictadura que terminó en 1988. Una hora después del anuncio, el jefe del Estado Mayor del Ejército asumió el mando de una comisión que debía supervisar todas las funciones administrativas y judiciales. La ley marcial surcoreana impone, en efecto, entre otras cosas, que se suspendan todas las actividades políticas, incluidas las de la Asamblea Nacional (Parlamento).

En ese mismo momento los 190 diputados (sobre un total de 300) que representan a la oposición se reunieron en la cámara para votar por unanimidad la revocatoria de la ley marcial. Mientras miles de manifestantes se congregaban frente al edificio del Parlamento, algunos soldados irrumpieron, pero encontraron resistencia por parte del personal. Yoon esperó hasta las 4:20 am para levantar la ley marcial y ahora corre el riesgo de enfrentar un juicio político.

Esta mañana el Partido Demócrata y otros cinco partidos presentaron una moción para destituir a Yoon. La oposición sostiene que la proclamación de la ley marcial representó una amenaza al orden constitucional porque no fue invocada en una situación que podría haberla justificado (el mantenimiento del orden público en tiempos de guerra o una emergencia nacional, por ejemplo).

El portavoz del Partido Demócrata, Jo Seoung-lae, afirmó que también se intentará someter a juicio político al Ministro de Defensa (quien se supone que sugirió la imposición de la ley marcial) y al Ministro del Interior (responsable de las fuerzas policiales). La moción de impeachment, que requiere una mayoría de dos tercios para ser aprobada y será votada en los próximos días, no fue firmada, sin embargo, por ninguno de los diputados del Partido del Poder Popular, la formación política de orientación conservadora de la que proviene Yoon. Con 192 votos en este momento, la oposición sólo necesitaría ocho para llegar a 200 y aprobar el juicio político del presidente. Durante la noche varios legisladores conservadores cercanos a Yoon tomaron distancia de la imposición de la ley marcial.

Ya hace tiempo que los índices de aprobación de Yoon Suk Yeol habían caído por debajo del 25%. Los activistas habían informado de un deterioro de los derechos bajo su gobierno. Desde hace meses los médicos estaban en huelga para protestar contra las políticas gubernamentales para solucionar la escasez de personal, que según los especialistas no habrían solucionado el problema. Yoon también había sido criticado por su creciente agresividad hacia Corea del Norte y por su postura fuertemente pro-EEUU y pro-Japón, razón por la cual algunos manifestantes pro-Yoon desplegaron hoy en el centro de Seúl banderas estadounidenses junto con las de Corea del Sur. Entre las diversas manifestaciones que se están desarrollando en Corea en este momento, los sindicatos han anunciado una huelga general hasta que Yoon sea expulsado del poder.

A fines de noviembre, un grupo de más de 1.400 sacerdotes había pedido la renuncia del presidente, calificándolo de "hombre de la vergüenza", "de la violencia" y "de la división", "incapaz de comprender su papel y respetar el poder". Hoy la Conferencia Episcopal Católica de Corea del Sur volvió a referirse al tema, tomando partido en defensa de la democracia: "La Iglesia católica en Corea apoya activamente y se solidariza con la defensa de nuestra democracia, alcanzada con la sangre y el sudor de muchas personas a lo largo de los años".

Según el obispo Lee Yong-hoon, uno de los firmantes de la declaración, “muchos se preguntan si fue una decisión razonable que el presidente declarara la ley marcial en la República de Corea en 2024, que sólo había sido invocada durante el régimen militar, y si fue una decisión correcta que él, como comandante supremo, impusiera la ley marcial en plena noche, sin que hubiera una invasión de un enemigo externo o una amenaza visible de guerra”.

Y la declaración de los obispos concluye diciendo: "el presidente debería presentarse personalmente ante el pueblo, explicar la serie de acontecimientos, pedir sinceramente disculpas y asumir sus responsabilidades".