Seúl, finalizó la peregrinación de paz de los jóvenes en la zona desmilitarizada (Fotos)
Participaron casi 100 jóvenes de Asia, África, Europa y Corea del Sur. Ver con sus propios ojos “la línea del enfrentamiento militar e ideológico, ha llevado a los jóvenes a renovar sus sensibilidad por la paz verdadera”. Una carta dirigida al Papa Francisco, en la cual se comprometen a ser “operadores y protagonistas de la paz”.
Seúl (AsiaNews) – Con una Eucaristía concelebrada por el Pbro. Achilleo Chung, organizador, y el Pbro. Lee, vice organizador, en el recinto de la catedral de Myongdong, perteneciente a la arquidiócesis de Seúl, el 22 de agosto se concluyó la Peregrinación Mundial de la Juventud por la Paz. Un centenar de jóvenes provenientes de 14 países de Asia, África, América del Norte y Europa, además de Corea, participaron en la peregrinación que tuvo lugar del 16 al 22 de agosto en la Zona Desmilitarizada (DMZ), en la frontera entre las dos Coreas.
La peregrinación, también llamada “El viento de la Paz” es la quinta edición de esta iniciativa nacida en el 2012. Luego de una interrupción, se retomó el gesto en el 2016, inspirado por la homilía pronunciada por el Papa Francisco en la Santa misa concelebrada al concluir su histórica visita a Corea, el 18 de agosto de 2014. Es un evento que pretende educar a los jóvenes en la paz, con el objetivo de poner en práctica el consejo de Papa Francisco de promover la paz en el mundo, además de en la península coreana.
Los jóvenes participantes marcharon por la Zona Desmilitarizada que divide a Corea del Sur de Corea del Norte, visitando algunos de los campos de batalla más duros de la guerra coreana (1950-1953). Durante la peregrinación también escucharon una lección sobre la paz, debatiendo luego en pequeños grupos, formados al término del encuentro. Una joven estudiante de la Academia de Música de Kassel, proveniente de Alemania, dijo: “A través de los ojos de una alemana que comparte la experiencia de la división, ver la división de un solo pueblo, que perdura por 70 años, es muy triste. Espero que, así como Alemania logró unificarse hace 30 años, también Corea se unifique cuanto antes”.
Como ella, todos los participante compartieron el deseo de reconciliación y unidad del pueblo coreano, rezando por la paz en la península coreana y en el mundo. La experiencias de peregrinación sobre la línea geográfica del enfrentamiento militar e ideológico han llevado a los jóvenes participantes a renovar su sensibilidad por la paz verdadera. Es por ello que juntos escribieron, y firmaron de puño y letra, una carta dirigida a Papa Francisco (foto 2), en la cual se ofrecen resueltamente a “ser operadores y protagonistas de la paz” en el ámbito de vida que les toca, ahora y a futuro. En esta carta también dieron las gracias al pontífice por su Exhortación post-sinodal “Christus vivit”, sosteniendo que «nos ha servido como una brújula, brindándonos una orientación para lograr “construir una paz que sea buena para todos” (Christus vivit, 169), por Cristo, con Cristo y en Cristo, que “es nuestra esperanza y la juventud más bella de este mundo”» (Christus vivit, 1).
En un tramo de la peregrinación también participaron el Card. Andrea Yeom, arzobispo de Seúl y administrador apostólico de Pyongyang, Mons. Alfred Xuereb, nuncio apostólico en Corea y Mongolia, y Mons. Pietro Chung Soon-Taick y Mons. Job Koo Yo Bi, los obispos auxiliares de Seúl.
Al dirigirse a los jóvenes participantes, el Card. Yeom subrayó: “La paz es un don del Espíritu Santo y si yo no vivo la paz, tampoco el mundo podrá hacerlo. Esta peregrinación debiera servirle a cada uno de los participantes para vivir la paz, reflexionando sobre sí mismo, y para volverse portadores de paz en las familias, en las comunidades y en la nación”. Mons. Xuereb los alentó a convertirse en operadores de paz que creen en el poder de la oración, y les dijo que “es la oración lo que abre el corazón”. Al principio de la peregrinación, el Pbro. Achilleo Chung, el organizador, destacó que “solo quien ama la paz, quien la desea, quien se sacrifica por la paz, es capaz de vivir la paz”. Durante la homilía, en la Eucaristía que fue el cierre de la peregrinación, el Pbro. Lucas Lee, vice organizador, dijo: “Esta peregrinación ha sido una invitación de Dios, dirigida a nosotros, para vivir una vida nueva, una vida de operadores de paz donde sea que estemos. Aceptemos esta invitación con agradecimiento”.
17/12/2016 13:14