Seúl, centenares de personas en huelga de hambre por el Sewol

Después de 46 días consecutivos, Kim Young-oh interrumpió su protesta y desde el hospital pide "ayuda" a la población: la respuesta no se hace esperar, y en pocas horas 250 personas se registran para hacer la huelga turnándose en lugar de él. Mientras tanto, la política parece inmóvil: el encuentro entre los partidos y los familiares de las víctimas se cierra con un nada de hecho. El card. Yeom criticado por su petición "de no derrochar energía".

Seúl (AsiaNews)- Después de 46 días consecutivos de huelga de hambre y de uja internación hospitalaria en condiciones críticas, Kim Young-oh (padre de unas de las víctimas del Sewol) anunció que quiere interrumpir su protesta: "Me lo pidió mi hija. Quiero permanecer en vida para continuar la lucha". El hombre de 47 años, perdió otra hija en el desastre del Sewol del 16 de abril pasado y ha iniciado a manifestar para pedir al gobierno una investigación seria y una ley adecuada para castigar a los culpables. Después de su renuncia, centenares de personas se presentaron para tomar su lugar: por el momento son casi 250 personas sudcoreanas que, a turno, no comen para pedir: "Verdad y justicia".

El 16 de abril pasado, un ferry con a bordo más de 300 pasajeros, se hundió mientras se dirigía a la isla de Cheju. La mayor parte de las víctimas eran estudiantes que iban de paseo escolástico: entre éstas estaba también Yu-min (17 años), hija de Young-oh. Después del desastre el gobierno emitió una ley para averiguar las causas y las responsabilidades, pero el texto fue juzgado como "inadapto y demasiado liviano" por los familiares de las víctimas. De hecho, el decreto no contiene ninguna acusación de homicidio culposo; no habla de las responsabilidades de la Guardia Costera o de funcionarios del gobierno; concede diversos atenuantes al equipaje, Después de 4 meses, todavía no se conoce el motivo del hundimiento.

Según los militares, que en mayo se reunieron en un comité, la política "quiere protegerse a sí misma y los industriales del sector naval". Por esto han pedido una nueva ley y han iniciado una larga protesta en la plaza Gwangwamun desde fines de mayo, y durante la visita del Papa Francisco a Corea, los manifestantes han podido encontrar al pontífice. Justamente Young-oh le entregó al Papa un prendedor en forma de moño, símbolo de la protesta y que Francisco llevó consigo sobre la muceta durante toda la visita apostólica.

Las partes se encontraron ayer para tratar de llegar a un acuerdo, pero el vértice se concluyó en nada. El partido democrático y el conservador, dice un familiar: "parecen estar de acuerdo en esconder la verdad". Por esto, la huelga de hambre en cadena continúa: cada día unas 150 personas no comen por 24 horas, sentadas en la plaza de Gwanghwamun, y manifiestan en manera pacífica apoyando a las familias. Oh Soon-deok tiene 77 años y llegó a la capital de Jeonju, sin decir nada a su familia: "Quiero compartir con mi presencia física el dolor de estas personas. Yo soy una campesina, no me sé expresar. Pero pienso que las personas tienen siempre el deber de ayudar a aquellos que quieren justicia".

El pasado 26 de agosto, también el arzobispo de Seúl se encontró con una representación de las familias. Hablando con los periodistas inmediatamente después, el card. Yeom dijo de haber pedido a todos el "privilegiar el diálogo". Sin embargo, el prelado agregó: "Espero que vuestra energía no sea desaprovechada sobre este argumento. Pienso que también las familias de las víctimas deban, a un cierto punto, conceder algo".

En un editorial aparecido en el Korea Herald- y en diversos otros periódicos- la posición del cardenal fue ásperamente criticada: "Yeom tiene razón en cuánto invita a todos a curarse del dolor, y su pedido a no hacer de la cuestión un argumento político es correcto. Pero decir esto a los familiares que están malgastando el tiempo y energía es terrible y equivocado: ha tirado sal en sus heridas". El cotidiano agrega: "El gallardete amarillo sobre su ropa dice que apoya a las familias, pero el significado de ese gallardete no ha llegado a su corazón".