Seúl, Moon acepta la dimisión del ministro para la Unificación

El ministro Kim Yen-chu pidió dejar su cargo tras la escalada de amenazas y la explosión de la oficina de Relaciones Intercoreanas en la localidad de Kaesong. El difícil rol de Seúl como mediador entre Pyongyang y Washington, pero también entre China y EEUU.

Seúl (AsiaNews) – El presidente Moon Jae-in aceptó la dimisión de Kim Yeon-chul, ministro para la Unificación. Kim pidió dejar su cargo luego de que Corea del Norte destruyó la oficina de relaciones entre Norte y Sur en Kaesong y después de las graves amenazas de Seúl y Washington.

Kim había sido nombrado ministro en abril pasado,precisamente cuando las relaciones entre el Norte y los EEUU se estaban deteriorando. El líder de Pyongyang, Kim Jong-un se había reunido con el presidente de los EEUU en 2018 y en 2019, pero no obtuvo la cancelación o la suspensión de las sanciones internacionales por los programas nucleares y misilísticos que lleva adelante su país. De hecho, Washington, como precondición, exige el desarme norcoreano, un término que no se cumplió.

Mientras tanto, además del bombardeo de Kaesong, el Norte juró que interrumpiría todo canal de comunicación entre los gobiernos y los militares, abandonando también un acuerdo firmado en 2018 para reducir las amenazas convencionales. Esto significa que de ahora se abren posibilidades de escaramuzas, pequeños choques y (tal vez) muertes en las fronteras terrestres y marinas.

Esto incrementa la tensión en el Sur, reduciendo la estima hacia Moon, que había hecho de la política de distensión con el Norte uno de sus pilares de compromiso.

La oposición a menudo lo criticó por ser demasiado optimista. Varios grupos de prófugos norcoreanos, relacionados con la oposición, continuaron provocando al Norte con lanzamientos de globos aerostáticos conteniendo volantes críticos del régimen y de la dirigencia de Kim Jong-un. Las amenazas de los últimos días contra Seúl parecen tener su origen en dichos volantes. Seúl a menudo bloqueó el lanzamiento de los globos, pero siempre dijo que no podía bloquearlos del todo porque los autores ejercen su derecho a la libertad de expresión.

En la crisis norcoreana, el gobierno de Moon Jae-in se encontró en un rol de mediador entre el Norte, los EEUU y Beijing. Según muchos analistas, para dialogar, Kim Jong-un desea tener garantías de supervivencia; las amenazas sirven para instar a un compromiso. Pero también hay analistas que atribuyen a China la responsabilidad del "malhumor” de Pyongyang contra los EEUU: de este modo Beijing forzaría a Washington a adoptar mayor serenidad en sus reflexiones y diálogos con China misma.