Será una Semana Santa sin procesiones ni lavatorio de pies

Comunicado de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos sobre las celebraciones de Semana Santa en tiempos de Covid-19. "Se sugiere facilitar y privilegiar la difusión mediática de las celebraciones presididas por el obispo, animando a los fieles que no puedan asistir a su iglesia a seguir las celebraciones diocesanas como signo de unidad.”.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Celebraciones en el interior de las iglesias, sin procesiones y sin lavatorio de pies, y el pedido de ampliar el uso de las redes sociales. Estas son algunas de las indicaciones que sugiere la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en una Nota sobre las celebraciones de la Semana Santa en tiempos de Covid-19.

La nota lleva la firma del prefecto, el cardenal Robert Sarah, y del secretario, el arzobispo Arthur Roche, y fue enviada a los obispos y a las conferencias episcopales de todo el mundo. En ella se recuerda que "en muchos países siguen vigentes las medidas de confinamiento obligatorio y estricto, que imposibilitan la presencia de los fieles en la iglesia, mientras que en otros se está retomando una vida cultual más normal".

"Para las celebraciones de Semana Santa se sugiere facilitar y privilegiar la difusión mediática de las celebraciones presididas por el obispo, animando a los fieles que no puedan asistir a su iglesia a seguir las celebraciones diocesanas como signo de unidad." En todas las celebraciones, conforme a lo expresado por la conferencia episcopal, será necesario "prestar atención a algunos momentos y gestos particulares, acatando las disposiciones en materia de salud". También se exhorta a "la preparación de ayudas adecuadas para la oración familiar y personal, valorizando algunas partes de la Liturgia de las Horas".

En la Nota de la Congregación para el Culto Divino se recuerda también que sigue siendo válido el decreto del pasado 25 de marzo, según el cual la celebración del Domingo de Ramos debe tener lugar "dentro del edificio sagrado". Se pide que las catedrales adopten "la segunda forma prevista por el Misal Romano en las iglesias parroquiales; y en otros lugares, la tercera". En cuanto a la Misa del Crisma, los episcopados podrán, en función de la situación del país, indicar un posible traslado a otro día más adecuado, si es necesario, porque es conveniente que participe "una representación significativa de pastores, ministros y fieles".

Para el Jueves Santo, se decidió que el lavatorio de pies "se omitiera". Tampoco tendrá lugar la procesión final y el Santísimo Sacramento se guardará en el sagrario. Excepcionalmente, se concede a los presbíteros la facultad de celebrar la misa "sin el pueblo, en un lugar adecuado".

El Viernes Santo, en la oración universal, corresponderá a los obispos "preparar una intención especial por los extraviados, los enfermos y los difuntos".

La Vigilia Pascual se celebrará "exclusivamente en las iglesias catedralicias y parroquiales" y para la liturgia bautismal "sólo se mantendrá la renovación de las promesas bautismales".