Servicio militar obligatorio en Myanmar, Bangkok reduce la emisión de visas de trabajo
El gobierno de Tailandia no quiere crear una disputa diplomática con el régimen golpista de Myanmar. Pocos días atrás el primer ministro Srettha Thavisin declaró que todo ingreso ilegal tendrá sanciones legales, presagiando políticas de expulsión y rechazos si aumentan los flujos migratorios.
Bangkok (AsiaNews)- El gobierno tailandés observa con preocupación el movimiento migratorio de ciudadanos birmanos que se ha generado tras la decisión de la junta militar de Myanmar de aplicar a partir del 1 de abril la ley sobre el servicio militar obligatorio para los varones de 18 a 35 años y las mujeres de 18 a 27 años. En efecto, es probable que aumente el éxodo de birmanos en fuga a medida que se acerca la fecha, y Tailandia se ha visto obligada a tomar decisiones difíciles sobre la acogida de las personas que huyen del conflicto civil.
Se habla de más de dos millones de personas que escapan a través de la frontera oriental (la de Tailandia, precisamente) porque aquí encuentran una situación más favorable, pero no se puede descartar que en los próximos meses también aumenten los flujos en otras direcciones.
Ante la perspectiva de la migración de jóvenes que huyen del reclutamiento en el ejército del régimen, Bangkok ya ha decidido una mayor selectividad y establecer un cupo para los visados de trabajo, temiendo que entre los muchos que los soliciten se oculten también aquellos que se convertirían en personas buscadas en su país. Con fines preventivos y para evitar un conflicto diplomático, los dos países firmaron un acuerdo para bloquear el flujo de trabajadores birmanos al "País de las Sonrisas". Por lo tanto, se ha interrumpido la entrada regular a Tailandia de entre 700 y 800 migrantes birmanos por día, lo que complica aún más la situación de muchas familias que, tras el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021, han tenido que enfrentar graves dificultades económicas.
Indudablemente estas decisiones también son consecuencia directa de la incapacidad sustancial de la diplomacia regional para mediar en el diálogo entre las partes en conflicto.
En Tailandia - un país que en el pasado ha hecho mucho en materia de acogida, pero ha restringido cada vez más los ingresos amparado en el hecho de que no es signatario de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Refugiados de 1951 - se ha intensificado el debate interno sobre la acogida humanitaria. Se teme que a medida que pase el tiempo y aumenten los flujos, el gobierno tailandés comience a expulsar a todos aquellos que ya han conseguido entrar o están por hacerlo. La reciente declaración del Primer Ministro Srettha Thavisin - que afirmó que a las entradas ilegales se responderá con las correspondientes acciones legales - y las redadas que se están llevando a cabo en las zonas cercanas a la frontera birmana, apuntan en esa dirección.
01/09/2021 15:28
03/01/2022 11:09