Sequía en Camboya: falta el agua, los niños no van más a la escuela

Sólo un tercio de los institutos puede dar de beber a los estudiantes. En algunas zonas, el ausentismo ha llegado al 40%. Según los datos de UNICEF, el 24% de los pequeños está por debajo del peso esperado. Misionero del PIME: “El gobierno ha reducido el horario escolar en una hora. Por suerte, en algunas provincias está volviendo a llover”.

Phnom Penh (AsiaNews) – La sequía que desde hace meses tortura con el calor a Camboya y a todo el sudeste asiático (incluyendo a Laos, Tailandia y Singapur) está causando problemas sobre todo en las pequeñas aldeas, donde las personas hacen grandes esfuerzos para poder procurarse el agua potable. Muchas escuelas del país han agotado sus recursos, y las reservas se han transformado en pozos calientes e insalubres. El Ministerio de Recursos Hídricos ha publicado un documento en el cual afirma que el país ha padecido un clima “seco y tórrido” a partir de diciembre de 2015, y que los peores meses son abril y mayo. Las temperaturas han ascendido un grado con respecto a las registradas durante el año pasado. El 15 de abril pasado, en la provincia de Preah Vinhear, se registraron 42,6 grados.

Los menores son las primeras víctimas de esta ola de calor causada por el fenómeno climático de El Niño. Según datos de UNICEF, “el 32% de los niños por debajo de los cinco años de edad está subdesarrollado, el 24% está por debajo del peso esperado, el 10% sufre de desnutrición aguda”.

Una grave falta de agua ha sido observada en las escuelas públicas. Cha Sophea, responsable de Educación en el Ministerio de Instrucción, afirma que “un tercio de los institutos y el 50% de los niños no tienen agua en cantidad suficiente”. Por este motivo, el ausentismo está aumentando sin medida: “Casi el 40% de los chicos no se ha presentado a la escuela” dice Pim Bun Leap, que preside un instituto de la provincia de Tboung Khmum (sudeste): “A causa del excesivo calor, los padres los tienen en casa, de modo que puedan ayudar a ir a buscar agua a lugares distantes”.

El P. Alberto Caccaro, misionero del PIME en Camboya, confirma “que en algunas zonas, la emergencia es aún más fuerte, y por eso el gobierno ha difundido una circular ministerial por medio de la cual ha reducido el horario escolar, para no agotar tanto a los niños”. “Probablemente –continúa- la sequía ha afectado, sobre todo, a las provincias que están al noroeste, en la frontera con Tailandia. La semana pasada estuve en Mondulkiri y en Ratanakiri, las dos provincias situadas en el extremo este, sobre la frontera con Vietnam, y allí, afortunadamente, hay agua y la emergencia está pasando”.

Los primeros en sentir los costos de la falta de agua son las familias rurales, que conforman el 80% de la sociedad camboyana. El costo de los artículos de primera necesidad, de hecho, ha aumentado mucho, y en este momento, el agua necesaria para tres o cuatro días cuesta alrededor de 5.000 riels (cerca de 1,3 dólares). Para quienes mandan a sus hijos a la escuela, se hace necesario sumar 500 riels al día para las botellas de agua que ellos deben llevar.