Se espera el resultado de la autopsia del sacerdote muerto en Jullundur, no ‘llegar a fáciles conclusiones’

El p. Kuriakose Kattuthara era uno de los testigos clave contra Mons. Franco Mulakkal, el obispo acusado por la violación de una religiosa. Los detractores del prelato insinúan la duda de que él murió por venganza, para hacerlo callar como testigo contra el obispo.

Jullundur (AsiaNews)- En la espera de conocer las causas de la muerte del p. Kuriakose Kattuthara, uno de los testigos clave en el proceso contra el obispo indio arrestado por la violación de una religiosa (y libre bajo caución), “no es necesario dejarse llevar por fáciles conjeturas”, Agnelo Gracias, obispo coadjutor de Mumbai que el Papa Francisco nombró como administrador “interino”de la diócesis de Jullundur, en Punjab, mientras está en curso el proceso penal de Mons Franco Mulakkal, el prelado acusado de violencia sexual.

La invitación de Mons. Agnelo Gracias suena como una admonición para la comunidad católica india, que está dividida entre los que lo apoyan y los opositores del obispo incriminado. Él está bajo investigación del tribunal de Pala (en Keral) por presuntos abusos realizados entre el año 2014 y el 2016 contra la ex superiora de la congregación de las Misioneras de Jesús.

Desde hace semanas bajo los reflectores volvió al centro de la atención el 22 de octubre pasado, cuando en la parroquia en la cual residía fue encontrado sin vida el cuerpo del p. Kuriakose, que estaba entre las decenas de aquellos que había testificado contra Mons. Mulakkal, que volvió desde hace pocos días a la diócesis y recibido con una fiesta por los fieles que lo apoyan.

Al contrario, los detractores del obispo que siembran dudas sobre que detrás de la muerte “sospechosa” del sacerdote estaría alguien muy cercano al prelado. Además quienes alimentan estas hipótesis están también los familiares del p. Kuriakose, que a la prensa contaron como el sacerdote habría recibido amenazas inmediatamente después de su deposición y que temía graves consecuencias por su propia vida.

Para tratar de aplacar los tonos intervino el mismo Mons. Gracias, que recordó el compromiso que por 30 años el sacerdote ofreció en favor de la diócesis y subrayó que como primer cosa la Iglesia quiere la verdad e hizo todo lo posible para obrar en manera “transparente”, comprendido el hacer realizar análisis post-mortem lejos de Punjab. “Estamos en la espera de los resultados de la autopsia- concluye-. Hasta aquel momento, pedimos a todos que no se dejen llevar por fáciles suposiciones”.