Satyarthi y Malala, su Nobel también para los niños cristianos del Kandhamal
Mumbai (AsiaNews) - El Nobel de la Paz
Kailash Satyarthi, ganador de este año junto
con la joven activista paquistaní
Malala Yousafzai, debe usar este reconocimiento "para buscar justicia para los niños cristianos
del Kandhamal, que seis años
después de los pogromos continúan sufriendo mucho inexplicablemente". Este es el llamamiento lanzado a AsiaNews por Sajan K
George, presidente del Global Council of Indian Christians (GCIC),
para "neolaureado "indio que desde los años 90 lucha contra
la explotación y el trabajo infantil,
mediante la promoción de la tradición de
Mahatma Gandhi.
Malala y Satyarthi fueron recompensados por su
"lucha contra la represión de
los niños y los jóvenes y por los derechos de todos los niños a la educación". El comité noruego también hizo hincapié en el valor de la concesión del Premio Nobel de la
Paz a una Pakistaní musulmán y un
Indio hindú, símbolos de una
posible reconciliación entre Islamabad y Nueva Delhi, contra el extremismo.
En este sentido, dijo a AsiaNews Sajan George,
que no hay que olvidar "nuestros
10 mil niños de Kandhamal,
que después del pogrom anti-cristiano de 2008, han abandonado las escuelas. También Naveen Patnaik, ministro Jefe del
Estado, ha admitido que los
ataques los ha llevado el radical hindú
Sangh Parivar. La violencia ha tenido un
efecto catastrófico en estas jóvenes
generaciones. Los gobiernos de la India
y Orissa deben
asegurar su rehabilitación".
A AsiaNews Lenin Raghuvanshi (en la foto junto con el Nobel, en
el centro), un activista por los
derechos de los dalit y presidente
del People's
Vigilance Committee on Human Rights (Pvchr), describe a Satyarthi como "un
verdadero amigo de los niños". Los
dos se han conocido durante algún
tiempo, porque Raghuvanshi
fue - junto con
el Premio Nobel de la Paz - uno de los fundadores
del movimiento Bachpan Bachao
Andolan (BBA, "Salve
el movimiento de la infancia").
"Me acuerdo de una manera especial
- dice Raghuvanshi
a AsiaNews - cuánto hizo en el cinturón de Varanasi-Bhadohi-Mirzapur, conocido por la producción de
alfombras, pero también
por la explotación de los niños. Él ha puesto en marcha el Rugmark,
una etiqueta que, si se asigna, asegura que el producto no es el fruto del trabajo infantil".
12/01/2022 11:39