Sagaing: acusan a la junta militar de quemar vivas a 11 personas
En los últimos días se difundieron en las redes diversas imágenes y un video donde se pueden ver los restos carbonizados. Los residentes locales confirmaron lo sucedido. La resistencia también se combate en el plano económico: de Uzbekistán llegó un avión con papel para imprimir billetes.
Rangún (AsiaNews / Agencias) - La junta militar de Myanmar ha sido acusada de quemar vivas a 11 personas en la región central de Sagaing. La prensa independiente no pudo confirmar la noticia pero en las redes sociales circulan diversas imágenes y un video publicado por Myanmar Now que muestran los restos de cuerpos carbonizados.
Según el testimonio de los residentes locales, alrededor de las 11.00 de la mañana del 7 de diciembre los soldados del ejército birmano irrumpieron en la aldea de Done Taw, provincia de Salingyi, después de que combatientes antigolpistas atacaran con explosivos un convoy militar. Los militares se vengaron "matando brutalmente a todos los que encontraban", afirman los relatos de fuentes locales.
Los restos carbonizados se descubrieron dentro de una cabaña, no lejos del pueblo. Portavoces de las Fuerzas de Defensa del Pueblo (FDP), afirman que las víctimas fueron torturadas y quemadas vivas. Entre ellos había adolescentes de 14 y 15 años, pero no está claro si formaban parte de la resistencia contra la junta militar o no. Un testigo dijo a Reuters que una de las víctimas pertenecía a su familia y era un estudiante universitario de 22 años, que no se había incorporado a las milicias antigolpistas.
Cerca de 3.000 personas de la aldea de Done Taw han abandonado sus hogares debido al aumento de los enfrentamientos en las últimas semanas. La Fuerza de Defensa de Chin declaró que hace pocos días los soldados del gobierno utilizaron a un joven de 24 años como escudo humano para defenderse de un ataque de la milicia y luego prendieron fuego al cuerpo. Se han producido incidentes similares en las regiones de Magwe y Sagaing y en los estados de Chin, Shan y Kayah, donde los grupos guerrilleros son más activos.
Los civiles también participan en la resistencia en el plano económico: la población birmana evita financiar al régimen negándose a pagar impuestos y facturas. Con el aumento del gasto militar, la junta se está quedando sin efectivo; el martes por la noche aterrizó en Rangún un avión de Uzbekistan Airways con un cargamento de papel para imprimir billetes. Después del golpe el kyat, la moneda de Myanmar, se ha depreciado un 24% y los economistas pronostican una creciente presión inflacionaria.