Sacerdotes y fieles de Ernakulam-Angamaly desafían el ultimátum del delegado papal.

de Nirmala Carvalho

Sólo en un puñado de parroquias de las 325 de la arquidiócesis en el centro del enfrentamiento siro-malabar se celebró la liturgia con el "rito unificado" a pesar de la orden de monseñor Vasil. Monseñor Thazhath, administrador apostólico: "Quien no obedece al Papa se sitúa fuera de la Iglesia". Crece la perplejidad entre los católicos indios por este asunto, que se entrelaza con el camino sinodal de escucha al que el Papa Francisco ha llamado a las diócesis de todo el mundo.

Kochi (AsiaNews) - El ultimátum emitido por el delegado pontificio Mons. Cyril Vasil no ha dado frutos en el enfrentamiento que desde hace dos años divide a la Iglesia siro-malabar. A pesar de la advertencia sobre sanciones canónicas para los transgresores, el domingo 20 de agosto, casi todas las celebraciones eucarísticas de la arquidiócesis de Ernakulam-Angamaly siguieron teniendo lugar con el rito en el que el sacerdote mira de frente a los fieles durante toda la celebración, rechazando una vez más la "liturgia unificada" adoptada hace dos años por el sínodo de esta Iglesia de rito oriental y que, en una solución de compromiso entre tres modalidades diferentes en uso, prescribe que el celebrante mire al altar en la parte central de la Santa Qurbana.

Según los datos facilitados por los organizadores de la protesta, sólo en 6 de las 325 iglesias se celebró la liturgia según el "rito unificado" aprobado por el Vaticano. En dos -la iglesia de Kottakkavu, Santo Tomás Foraneo, y la iglesia de Manjapra, Santa Cruz- los fieles abandonaron la liturgia en cuanto se dieron cuenta de que el sacerdote seguía el rito deseado por el Sínodo siro-malabar. Incluso en la basílica de Santa María -la iglesia primada, que había permanecido cerrada durante mucho tiempo precisamente a causa de las tensiones litúrgicas-, un centenar de feligreses acamparon desde el amanecer en el interior del complejo para frustrar cualquier intento del nuevo rector de la basílica, el padre Antony Puthavelil (que tomó posesión de su cargo a principios de agosto, tras la llegada del delegado papal), de celebrar con el "rito unificado". Al final, fue el P. Puthavelil quien desistió, explicando que no se puede celebrar una misa en medio de tanta tensión. El padre Jose Vailikodath, secretario del Consejo de Protección de la arquidiócesis, afirmó que "el plan del delegado fue un verdadero fiasco para la arquidiócesis", mientras que la cuestión de la legitimidad de la actuación de monseñor Vasil también fue impugnada ante los tribunales civiles.

Por su parte, en una nota publicada en la página web de la Iglesia siro-malabar, el administrador apostólico de la arquidiócesis de Ernakulam-Angamaly -el arzobispo Andrews Thazhath, que también es presidente de la Conferencia Episcopal India (Cbci)- reitera que el único rito eucarístico permitido es el aprobado por el Sínodo y que desobedecerlo significa situarse fuera de la Iglesia. "Esta es la decisión del Papa y todos están obligados a obedecer", escribió, recordando que "en la ordenación cada sacerdote juró sobre la Biblia obedecer al Papa y a los obispos". Mons. Thazhath, arzobispo de Trichur, fue nombrado administrador apostólico de la arquidiócesis de Ernakulam-Angamaly por el papa Francisco el 30 de julio de 2022, después de que el vicario metropolitano, el arzobispo Antony Kariyil, dimitiera por no haber resuelto el conflicto litúrgico. El delegado papal, monseñor Vasil, fue enviado después de que el arzobispo Thazhath no consiguiera implementar la Misa Uniforme en la arquidiócesis de Ernakulam-Angamaly.

Mientras tanto, el nivel alcanzado por el enfrentamiento entre los siro-malabares también está suscitando preocupación en el resto de las comunidades católicas indias. En el sitio web católico MattersIndia, el padre George Pattery, ex presidente de la Conferencia de Jesuitas del Sur de Asia, lamenta "el uso de la Eucaristía como arma de advertencia" por parte del obispo Vasil. "Para Jesús, la Eucaristía debería llevar a lavarse los pies unos a otros, y no a teorías rituales sobre la pureza y la contaminación, algo que Jesús cuestionó fuertemente", comentó desde Calcuta el jesuita, originario de Kerala. Mientras que desde Mumbai, la teóloga Astrid Lobo Gajiwala dice que le parece tristemente irónico que "estas pruebas de fuerza se utilicen en un momento en el que la Iglesia universal lleva ya dos años discutiendo formas de construir una Iglesia sinodal, en la que se escuchen las voces de todos".