Sacerdote indonesio. El entusiasmo de la misión en las zonas remotas y tribales de Papua
Yakarta (AsiaNews)- Destinado a una zona perdida y remota, en la parte más oriental del archipiélago indonesio, cerca de la frontera con Papua Nueva Guinea, para anunciar a Cristo entre las poblaciones tribales y nativas del área. Es con entusiasmo y dedicación que el p. Titus Budiyanto desarrolla desde hace 5 meses su propia misión pastoral en la diócesis de Merauke, en Papua; un trabajo que se hizo posible gracias a un acuerdo entre el obispo local mons. Niclolaus Adiseputra y mons. Hilarius Moa Nurak, obispo de Pangkalpinag, en la provincia de Bangka Island, Sumatra, zona de origen del p. Titus. Entrevistado por AsiaNews, el sacerdote explicó que el proyecto es realizado gracias "a la colaboración en acto entre las diócesis de Pangkalpinag y merauke". Que llevó a "decenas de sacerdotes a las zonas más remotas de la provincia de Papua para ayudar a los curas locales, en su misión pastoral entre los nativos".
Al p. Titus Budiyanto se le confió la parroquia de S. Pedro en Bupul kampung, a unos 200 km del centro de Meruke, a pocas decenas de distancia de la frontera entre Indonesia y Papua Nueva Guinea. Está entre las zonas más al este del archipiélago. La parroquia está bajo la jurisdicción de la arquidiócesis de Merauke, en la zona más oriental y meridional de Papua.
El obispo, mons. Adiseputra está feliz de las presencia de sacerdotes en esta zona tan remota; "tan distante del centro de la diócesis", tanto que se la puede definir "en medio a la nada". Sin embrago, el p. Titus está feliz de su propia misión pastoral en una zona tan diversa del propio territorio de origen: en Sumatra, de hecho los católicos son mayoría descendientes de etnia china, mientras que en Merauke- aún más en la parroquia de S. Pedro- se trata en general de nativos papuanos, tan distintos del resto de las etnias y grupos indonesios.
En las pasadas semanas, la parroquia recibió la visita del jefe del ejército indonesio, el general Gatot Nurmantyo, acompañado por el jefe de la división local, una visita de cortesía- los militares regalaron y órgano y algunos libros a la parroquia- pero con una finalidad estratégica, visto que la zona se encuentra a pocos minutos de la frontera y es esencial controlar los movimientos y las actividades de los grupos separatistas.
Entre los elementos que más han impactado en esta primera fase de experiencia pastoral, el p. Titus subraya el mes mariano de octubre, durante el cual se respiró una atmósfera de "consolación espiritual" y de reconciliación entre los parroquianos y familias en lucha entre ellos o divididos por contrastes y sinsabores. "Es fuente de felicidad y bendición- explica- ver a algunos de mis parroquianos que se han pacificado con sus pares". Junto a la vigilia de oración, con adoración "itinerante" de la estatua de la Virgen- de un pueblo al otro, mientras los fieles recitaban el Rosario-, el p. Titus recuerda también que en la noche del 31 de octubre, vigilia de la festividad de Todos los Santos, cuando decenas de católicos han participado en la misa de clausura, durante la cual "se bautizaron a 20 niños".
En Indonesia, nación musulmana más poblada del mundo, los católicos son una pequeña minoría compuesta por unos 7 millones de personas (3%) de la población. En la sola diócesis de Yakarta, los fieles son el 3,&% de la población. La Constitución garantiza la libertad religiosa, sin embargo la comunidad es víctima de violencias y abusos, sobre todo en las zonas donde está radicada un visión extremista del islam, como por ejemplo en el Aceh. Los cristianos son parte activa en la sociedad y contribuyen en el desarrollo de la nación y en la obra de ayudas especialmente durante el devastador aluvión de enero de 2013.
