Sacerdote de Mindong: La Iglesia ‘fiel’ obediente al Papa, ayer y hoy
El P. Luo Wen explica por qué Mons. Guo Xijin aceptó el pedido del Papa Francisco, presentando su renuncia como obispo ordinario para dejar el puesto a Mons. Zha Silu, ex excomulgado. La Iglesia subterránea de Mindong ha sido “fiel” al Papa cuando se les pedía no celebrar con obispos ilícitos; hoy, obedecen al Papa por la unidad de la Iglesia. Sacerdotes subterráneos están pensando en abandonar el sacerdocio. Los problemas de las relaciones con el gobierno, para evitar que la Iglesia (oficial) se convierta en una Iglesia “de Estado”, compuesta por “funcionarios”.
Mindong (AsiaNews) – “Al principio optamos por tomar el camino “subterráneo” porque la Santa Sede no reconocía a los obispos oficiales, y en aquél entonces también nosotros rechazamos al comunión sacramental con ellos. Sin embargo, hoy incluso reconocemos a los obispos oficiales como nuestros obispos, porque es una orden del Pontífice”. De esta manera, el Pbro. Luo Wen, sacerdote de la diócesis de Mindong, explica los motivos por los cuales su obispo, Mons. Vicente Guo Xijin ha aceptado dar un paso al costado, pasando de obispo ordinario a auxiliar (aún no reconocido por el gobierno), obedeciendo a un pedido del Papa Francisco, de dejar el lugar a Mons. Vicente Zhan Silu, ex excomulgado, recientemente readmitido en la comunión eclesial. En el artículo que aquí presentamos, el P. Luo afirma que la decisión de Mons. Guo y de sus sacerdotes justifica sus motivos en el hecho de ser la Iglesia “fiel” como a menudo se denomina a la Iglesia subterránea, no reconocida por el gobierno y considerada ilegal. La “fidelidad”, explica el sacerdote, es “al Papa” y “a la Iglesia de Jesucristo”, y no a las “opiniones” o principios de uno. La claridad de esta posición está dando lugar a varias críticas dentro de las comunidades subterráneas, que ven la decisión de Mons. Guo y de su Iglesia como una “traición” y como la aceptación de “rematar la Iglesia China entregándola al gobierno”, y también se acusa al Vaticano de esto.
En varias comunidades subterráneas, el acuerdo China-Vaticano, el levantamiento de las excomuniones a siete obispos oficiales, el silencio sobre el rol de la Asociación Patriótica (cuyos principios son “inconciliables” con la doctrina católica) está empujando a muchos sacerdotes a considerar la posibilidad de abandonar el sacerdocio. Las explicaciones del P. Luo brindan una contribución crucial para la situación actual y muestran el testimonio luminoso de Mons. Guo y de sus sacerdotes.
Asimismo, en las redes sociales han aparecido artículos de sacerdotes de la comunidad oficial que aprecian lo que dice el P. Luo, y aprecian la “fidelidad” del P. Luo y de la Iglesia de Mindong al Papa, que “finalmente” trabajan por la unidad de la Iglesia en China. En cambio, no se menciona ni una sola palabra sobre su “infidelidad”, vivida cuando el Vaticano pedía no colaborar con los obispos oficiales no reconocidos por la Santa Sede. El problema de cómo vivir la fe católica en la sociedad china, sin convertirse en funcionarios de gobierno, sigue siendo la cuestión más candente para todos. Incluso para el Vaticano. (Traducción de AsiaNews).
En la noche del jueves pasado [13 de diciembre], al término de la celebración de la Misa regresé a la diócesis para una reunión. Cuando volví a la parroquia ya era pasada la medianoche. Tras haber leído el título de un blog personal, enseguida publiqué un artículo que reconozco que no es completamente verdadero, con algunos datos que no eran correctos. No quiero que los errores contenidos en aquél artículo agraven las especulaciones en relación a las cuestiones de nuestro obispo de Mindong. Por ende, a pesar del cansancio por ser ya muy tarde, intentaré escribir otro artículo, tratando de referir noticias objetivas en la mayor medida de lo posible.
En la mañana de ayer, un amigo me hizo llegar algunos artículos, de los cuales uno era un comentario sobre mi artículo: "Padre Luo Wen, que ha sido fiel durante la mitad de su vida, fue obligado a escribir anoche una noticia, para anunciar los resultados alcanzados”. Y siguió: “Ciertamente, todos están contentos cuando se habla de unidad de la Iglesia, el Padre Luo ha elogiado el sacrificio y la obediencia del obispo Guo, virtudes que son naturales para el sacerdote”.
El hecho de que repentinamente, la perseverancia de estas décadas ya no parezca ser importante, sin duda da que pensar. “No puedo menos que reírme; esta muñequita está tan asustada que se olvida del dolor del pasado, de repente rebrota la vieja enfermedad de no saber mantener la boca cerrada, ¡su grado de madurez no se corresponde con su edad cronológica!”
A nuestra diócesis de Mindong, en los anuarios de la Santa Sede se la señalaba como “Diócesis de Funing”, porque en ese entonces estaba bajo la jurisdicción del gobierno de Fu Ning. La diócesis de Funing fue instituida el 27 de diciembre de 1923 por la prefectura apostólica del confín septentrional de Fujian. El 11 de abril de 1946, la Santa Sede estableció su jurisdicción en China: la prefectura apostólica de Funing fue transformada en la diócesis de Funing, nombrando como obispo al dominico español Zhao Bing Wen.
Entre los obispos nombrados por el Pontífice, encontramos a
- el administrador apostólico diocesano Niu Hui Qing: nacido el 18 de septiembre de 1895 en Yajiazhai, en la región de Xinhe (Hebei). Ordenado el 20 de septiembre de 1923, el 4 de abril de 1943 es nombrado por la Santa Sede como administrador apostólico de la prefectura de Yanggu. En el mismo año, fue nombrado obispo. El 11 de abril de 1946 es nombrado como obispo de la diócesis de Yanggu y en 1948 como obispo de la diócesis de Fu Ning (Fujian). El 7 de agosto de 1952 fue nombrado administrador apostólico de la prefectura de Jia Yi (1952-1969). Muere el 28 de febrero de 1973, a la edad de 88 años
- El obispo Xie Shi Guang, del pueblo de Jiangzhuang, condado de Qingyuan, en la ciudad de Baoding (Hebei).
- El obispo Huang Shou Cheng de Kang Xi, ciudad de Fu’an (Fujian),
- El obispo Guo Xijin de Xi Yin, ciudad de Fu'an (Fujian)
- El Obispo Zhan Silu de Ning De, ciudad de Ling Hou (Fujian)
La diócesis de Mindong pertenece a la ciudad de Ning De, que se encuentra en la parte nororiental de la provincia de Fu Jian. Por el norte linda con la ciudad de Wenzhou, por el sur, con Fuzhou, al este con el Mar de la China oriental, y al oeste con Nan Ping. Antes del reciente acuerdo provisorio entre China y el Vaticano, la diócesis de Mindong no era conocida por muchas personas, pero en la historia de la Iglesia en China, ésta tiene varios primados importantes: el primer sacerdote de nacionalidad china es de Mindong; y también, la ciudad natal del primer obispo de nacionalidad china, Luo Wen Zao (de la localidad de Luo Jiang, ciudad de Fu'an en Fujian, que es también mi pueblo); también la primera santa virgen de la Iglesia china, Chen Zidong, nació aquí, en Mindong (en la localidad de Xia Pi Ren, de la ciudad de Fu'an, Fujian); y es, también, el lugar del sacrificio del protomártir chino (San Francisco Fernández de Capillas, un misionero dominico español, que se recuerda el 15 de junio).
Los primeros años de renacimiento de la Iglesia, en la década del ’80, representan el período de máximo esplendor, con una abundancia de vocaciones; había más de 600 consagradas (300 que habían quedado de la época anterior a la liberación y más de 300 vocaciones nuevas). Por ejemplo, las Hermanas de la Caridad del Sagrado Corazón y la Congregación de las Dominicas chinas plantaron sus raíces en esta tierra fértil.
A fines del año pasado, por razones harto conocidas, coexistían dos grupos: la Iglesia oficial y la subterránea. Recientemente, luego de una nota enviada por la Santa Sede, estos dos grupos alcanzaron la unidad plena. Sumando los miembros de la Iglesia oficial (un obispo y siete sacerdotes) y los de la Iglesia subterránea (un obispo y 54 sacerdotes), ahora nuestra diócesis tiene más de 60 sacerdotes y suma más de 80.000 fieles.
En todos estos años, nosotros hemos perseverado en el camino “subterráneo”. Es por eso que la aceptación de Mons. Zhan Si Lu como nuestro obispo, hoy puede parecer contradictoria, pero en realidad no lo es. Siendo que todos, al referirse a la Iglesia subterránea, la llaman “Iglesia fiel”, ¿cuál es el significado que encierra este ser “fieles”? Ser fieles significa fidelidad a una autoridad superior, a la tradición eclesiástica y al representante de Cristo. En un inicio, elegimos recorrer el camino “subterráneo” porque la Santa Sede no reconocía a los obispos oficiales, y en vista de ello, nosotros también rechazamos la comunión sacramental con ellos. Sin embargo, hoy reconocemos a los obispos oficiales como nuestros obispos, porque es una orden del Pontífice: la razón del rechazo original constituye exactamente la misma razón que hoy lleva a nuestro reconocimiento.
Es cierto, cada uno tiene sus ideas, pero la idea siempre sigue siendo una idea y la opinión siempre es una opinión. Pero éstas no pueden constituirse en razón para la desobediencia. Cuando la niña me dice que “luego de haber resistido durante tantos años, ahora cambio con tanta facilidad”, ¿qué pretende decir? ¿Debo expresar mi protesta por Internet o que debo permanecer fiel? Si así fuera, entonces, la fidelidad de nuestra diócesis en estos 40 años, ¿era fidelidad a quién? ¿Fidelidad a los propios gustos y a las propias decisiones? Continuamente dedicados a trabajar y a hacer las obras de Dios, nos hemos olvidado de Dios. Porque somos meros obreros en la viña del Señor, podemos ciertamente dar sugerencias al propietario; pero si no podemos hacerlo, también tenemos derecho a presentar nuestra renuncia. Pero lo que no podemos hacer es colocarnos en el lugar del dueño de la viña. La fe es tuya, pero la Iglesia es de Jesús; rechazas a este Papa y te quejas en Internet. Al fin y al cabo, ¿a quién eres fiel? ¿Al diablo?
Obedecer y admirar son dos conceptos distintos: el primero se sitúa a un nivel legal, mientras que el segundo es a un nivel espiritual. Cada uno puede tener sus propias ideas y valores, pero esto no puede convertirse en la razón para negarse a obedecer. Como sacerdote, más que las propias preferencias, lo que cuenta es la responsabilidad en relación a los fieles. Nosotros podremos derramar lágrimas o tragarnos el sapo por muchos motivos, pero luego, de todo modos, debemos enseñar con una gran moderación.
Si se habla siempre como se quiere, si se dice sólo lo que se piensa, entonces, ¿acaso la boca no se vuelve como un inododo, donde apretando un botón se echa fuera todo? En la historia del arte, hay un refrán que dice así: la catarsis no es arte, el arte es moderación. Como para el arte, ¡esto mismo vale para la gente! Si no se entiende este punto, no sirve mucho decir más, uno se rompe el cerebro sin entender nada.
El Obispo Guo Xijin es uno de mis docentes, todo lo que mis otros nueve compañeros de clase y yo hemos aprendido sobre la vida espiritual vino directamente de él: ¡Puedo decir que lo conozco muy bien!
Durante nuestra formación, el obispo Guo muchas veces nos dijo esto: para elegir este camino debemos saber bien con qué nos encontraremos; el objetivo principal de nuestro trabajo es tratar de custodiar la integridad de nuestra fe, no estamos tras la búsqueda de nuestros derechos o de nuestro honor personal. Cuando llegue el día en que las relaciones entre China y el Vaticano sean normales, tendremos que hacernos a un lado. Además de los factores políticos, hay que decir que la formación que nosotros recibimos no es tan estructurada como la de la Iglesia oficial. Nuestra preparación intelectual es ciertamente inferior, pero esto no nos da derecho a ser “subterráneos” cuando está en juego la obediencia y la humildad.
Toda nuestra diócesis ha perseverado en la fe desde fines de la década del ’80 hasta hoy, tratando de mantener un diálogo positivo con el gobierno, para hacerles entender que nuestra resistencia es sólo por la fe, que no es por un enfrentamiento. De esta manera, en estos 30 años hemos tratado de mantener un buen equilibrio entre nuestra bondad como ciudadanos y nuestra bondad como creyentes, y en la diócesis jamás hubo puntos de vista o eventos extremos; nuestros hermanos sacerdotes son sumamente unidos. El otro día, por la tarde [el 13 de diciembre pasado] el obispo Guo, durante el encuentro con todos los sacerdotes de la diócesis, anunció que de ahora en más yo no servirá más en la diócesis de Mindong como obispo, y pidió a todos aceptar esto en la fe y obedecer al obispo Zhan Silu. Ninguno de los fieles se puso de pie ni se rebeló. Una diócesis como esta, una comunidad como esta, ¿no es quizás la prueba de la presencia de Dios?
El obispo Guo Xijin, así como nos enseñó en aquella época, continúa haciéndolo hoy, y todos nuestros sacerdotes han hecho como él nos ha enseñado: ¿acaso se puede dudar de esta fidelidad? ¡Esta es la grandeza del obispo Guo Xijin, la grandeza de todos los sacerdotes de Min Dong!
Los hombres no pueden considerarse más inteligentes que Dios e interferir en su plan de salvación. Al principio de la creación, Eva, para volver a los seres humanos más inteligentes, comió del fruto del árbol de la sabiduría, perdiendo así la virtud original y arrojándose en el pecado original por miles de años. Sara, para ayudar a Abrahám a realizar el proyecto de Dios lo antes posible, entregó al marido a la sierva Agar, lo mismo sucedió con el asno de Ismael por el pueblo. Para Abraham, la bendición de Dios no viene directamente de él. La Biblia nos enseña esto, y quien no la respete que se avergüence por ello!
13/12/2018 10:30