Rusia 2018: a Asia el mundial de negocios y apuestas clandestinas. Temores por atentados Isis
La XXI deslumbrante edición del campeonato de fútbol, se abre mañana con el desafío entre los dueños de casa y Arabia Saudita. Pocas posibilidades de suceso para los equipos asiáticos. Pero las empresas del continente mantienen alto el volumen de los patrocinios. Irán contra Nike que niega la provisión de las zapatillas a causa de las nuevas sanciones de Trump. La explotación de la mano de obra de los menores.
Moscú (AsiaNews)- Con el desafío inaugural en el Luzhniki Stadium de Moscú entre los dueños de casa de Rusia y Arabia Saudita se inicia mañana, a las 18 (hora local), la XXI edición de los campeonatos dl mundo de fútbol. En el torneo participan 32 equipos, cinco de los cuales provienen del Asian Football Confederation: Irán, Arabia Saudita, Corea del Sur, Japón y la “extranjera” Australia que disputa las calificaciones con los países que pertenecen al AFC. El estadio del primer partido en cartel será también el escenario para la final de la deslumbrante reseña, en calendario para el domingo 15 de julio.
Los 6 partidos se disputan en 12 diversos estadios, esparcidos por 11 ciudades de Rusia. El estadio que hospeda el primero y el último desafío puede contener unos 83 mil espectadores. El estadio fue restaurado entre 2014 y 2017 y costó cerca de 600 millones de dólares.
Sobre la reseña pesa la amenaza de los yihadistas del Estado islámico (EI, Isis), que desde hace tiempo prometen atentados sanguinarios, usando también los rostros de los futbolistas famosos (Messi, Neymar) como víctimas de violencias. El temor es que se puedan verificar acciones coordinadas o episodios aislados de lobos solitarios o de extremistas locales provenientes de Chechenia o de la ex Asia central soviética. De aquí la elección de Moscú la de mantener la alerta en su máximo nivel y poner mucha atención a la seguridad.
Con toda probabilidad el equipo ganador del torneo no será asiático, porque Irán, el equipo de mayor calidad, está colocada en ronda de hierro con España y Portugal. Arabia Saudita no puede nutrir grandes veleidades, como también Corea del Sur que difícilmente podrá repetir la revelación del año 2002, cuando en los mundiales disputados en casa llegó a las semi-finales. Alguna esperanza para Japón, que deberá jugarse uno de los dos puestos que llevan a los enfrentamientos directos con Polonia, Senegal y Colombia, en aquel que parece la ronda más equilibrada del torneo.
Si bien invirtieron enormes cantidades de dinero, desde China a Arabia Saudita, Asia no supo llevar todavía hasta hoy una representación en grado de competir con las naciones europeas y sudamericanas.
No obstante todo, el continente se adjudicó un triste primado: el de las apuestas clandestinas e ilegales que, cada año, alcanzan los 400 mil millones de dólares (el 80% dl mercado negro global de Asia). Los mundiales están destinados a aumentar el nivel de las jugadas que, en estos días, China, Macao, Hong Kong y Corea del Sur han lanzado la alarma. En Hong Kong las apuestas clandestinas sobre el mundial podrían rozar los 68 mil millones de dólares; otros 79 provienen de Corea del Sur y 6,5 se agregan d Singapur. Dinero destinado, según los expertos, a transitar por Filipinas que, aún hoy, constituyen un verdadero y propio paraíso para los operadores ilegales que pueden contar también con las cripto-monedas y las aplicaciones web como WeChat (china).
El mercado asiático contribuye además en mantener elevado el negocio del mundial que, para la edición rusa, registra una baja significativa respecto a los 1,629 mil millones del campeonato carioca. Pero analistas y expertos registran el ingreso de inversores asiáticos, sobre todo por China arrastrada por el gigante Wanda Group, uno de los siete socios oficiales junto a los históricos Coca Cola, Adidas (que es la proveedora desde siempre de los balones), la rusa Gazprom, Qatar Airqays, Visa y Hunday/Kia.
Las empresas asiáticas están creciendo por importancia y representan la realidad más significativa en Rusia 2018, con el 39% del total de los contratos de patrocinio subscritos. Por el resto el fútbol está registrando un crecimiento exponencial en el interés ya sea a nivel de dirigencia (el mismo presidente Xi Jinping es un gran apasionado) como entre los ciudadanos. Según el centro de investigación Nielsen el interés en el fútbol creció pasando del 27% de 2013 al 32% en 2017 para las áreas urbanas. Y el 75% de los apasionados tiene menos de 34 años. L objetivo de Beijing, que si bien no participa con la propia nacional, aprovecha la actual reseña para reforzar los ligámenes económicos y comerciales con Moscú y organizar los mundiales de 2030 o de 2034. Mientras tanto los campos de fútbol pasarán de los 11 mil de 2015 a los 70 mil (previstos) dentro de 2020. Los más optimistas hablan de China cual futura “superpotencia” del balón dentro del año 2050, como ya sucedió en otros deportes.
La unión entre fútbol, negocios y política internacional emerge también el caso surgido en estos días, que se refiere a Irán y una de las principales marcas internacionales del deporte, el gigante estadounidense, Nike. La multinacional con base en Oregon habría negado a último momento entregar las zapatillas a los jugadores de la República islámica; una decisión fruto de la elección del presidente de EEUU, Donald Trump de cancelar el acuerdo nuclear (JCPOA) e introducir las sanciones más duras de la historia.
El entrenador de la nacional iraní y la federación han protestado oficialmente a la FIFA, por el grave daño provocado a los jugadores que tiene en las zapatillas el elemento principal de trabajo. Mientras tanto diversos ciudadanos lanzaron una campaña en las redes que invita a boicotear los productos con el histórico bigote, que a despecho de las sanciones circulan abundantemente en el país. En un video viralizado, un iraní, que se califica como dentista, tira un par de Nike en el cesto de la basura diciendo que la elección de la empresa es un “insulto a mi gente y a los amantes del fútbol”.
Nike y Adidas (la marca alemana principal competidora del gigante estadounidense) terminaron en el centro de las polémicas también por la explotación de los trabajadores en Indonesia, Vietnam y Camboya, donde se concentra de hecho gran parte de la producción. Activistas y asociaciones pro derechos humanos en estos meses han pedido en diversas ocasiones el respeto del salario mínimo y condiciones aptas al trabajo. El fútbol es un deporte muy popular, camisetas y zapatillas son objeto del deseo de muchos apasionados pero, a menudo, esto sucede frente a una “vasta explotación y agonía” para las personas. (DS)
16/07/2018 13:53
08/07/2018 14:04