Riad fue derrotada en el Consejo de Derechos Humanos y quedó sin escaño. Entre tanto, récord de ejecuciones
Por siete votos, el lugar lo ocupan las Islas Marshall, uno de los cinco representantes de la región Asia-Pacífico. La candidatura fue rechazada al igual que en 2020, mientras que Qatar ganó su segundo mandato consecutivo. Mientras tanto, en los diez primeros meses de 2024 se ejecutaron 213 condenas a muerte en el reino de Al Saud. Un número que nunca se había alcanzado.
Riad (AsiaNew) - Por segunda vez en cuatro años Arabia Saudita no logró entrar en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, conquistando - mediante votación con escrutinio secreto - uno de los 47 lugares disponibles en el organismo que tiene su sede en Ginebra, Suiza. El rechazo de la Asamblea General de las Naciones Unidas fue aplaudido por los defensores de los derechos humanos, que tenían en la mira no sólo Riad sino también varios países del continente africano. Había 18 puestos en juego para el trienio 2025-2027, que debían repartirse entre las regiones. Para la zona Asia-Pacífico, las cinco plazas asignadas las obtuvieron Chipre, las Islas Marshall, Qatar (confirmado por segunda y última vez), Corea del Sur y Tailandia.
Arabia Saudita era el sexto candidato y fracasó en su intento de reunir el consenso necesario para ser elegido, como ya ocurrió en 2020. A Riad le faltaron siete votos, lo que permitió a las Islas Marshall obtener el quinto escaño en el influyente organismo de las Naciones Unidas. El ingreso era muy esperado por el gobierno del reino, objeto de durísimas críticas - en el pasado y en la actualidad - en materia de derechos humanos, por ejecuciones capitales, violaciones de las libertades (incluida la libertad religiosa) y episodios controvertidos de relieve internacional, como el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
Los nuevos miembros comenzarán su mandato a partir del 1 de enero de 2025, pero no incluirá la presencia del representante de Riad, aunque el país ha invertido miles de millones en los últimos años para transformar su imagen a nivel mundial. El intento consiste en pasar de un Estado famoso por sus rígidas restricciones en el plano confesional (aún vigentes) y las violaciones de derechos humanos a un centro turístico y de entretenimiento, siguiendo un plan lanzado por el príncipe heredero Mohammed Bin Salman y conocido como Visión 2030.
Los miembros del Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra son elegidos por la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York (193 miembros en total) mediante votación secreta y divididos en sectores geográficos, para garantizar una representación uniforme. El grupo Asia-Pacífico, que incluye a Arabia Saudita, fue el único con competencia interna, porque presentó seis solicitudes para cinco escaños disponibles. Las Islas Marshall quedaron en quinto lugar con 124 votos, siete más que el reino wahabita.
Aunque el Consejo no tiene poderes jurídicamente vinculantes, sus funciones de control han ganado valor con el tiempo y pueden dar lugar a solicitudes de investigaciones para documentar abusos que, en ocasiones, constituyen la base para procedimientos judiciales (también) por crímenes de guerra. Qatar fue reelegido para un segundo mandato de tres años, que los miembros no pueden ejercer más de dos veces consecutivas. Aunque no se encuentra entre los 47, en los últimos años Riad se ha mostrado cada vez más activo maniobrando entre bastidores, según afirman diplomáticos y movimientos pro derechos. Las presiones que ha ejercido ayudaron a bloquear las investigaciones sobre crímenes de guerra en Yemen en 2021 e intentaron frustrar una moción liderada por Occidente para aumentar el control de los responsables de posibles crímenes de guerra en Sudán.
En el frente interno - otro aspecto crítico - el recurso generalizado a las ejecuciones capitales continúa, con un número récord en 2024, el más alto en mucho tiempo. En los primeros 10 meses, Arabia Saudita ejecutó a 213 personas, una cifra más alta que en cualquier otro año calendario. Según el grupo de derechos humanos Reprieve, con sede en Londres, que documenta la pena de muerte en todo el mundo, la cifra más elevada antes de este año fue de 196 en 2022, seguida por 184 en 2019. “A medida que la atención del mundo se centra en el horror en otras partes de Oriente Medio, Arabia Saudita está limpiando el corredor de la muerte con un baño de sangre", dijo la editora adjunta de Reprieve, Harriet McCulloch, a Middle East Eye (MME). Y según la ONG activista, Riad ha mentido repetidamente a las Naciones Unidas sobre el recurso a la pena de muerte.
“En los primeros nueve meses de 2024, el reino ha superado su triste récord de personas asesinadas en un año”, añadió McCulloch. “Con 213 ejecuciones, en este momento los presos del corredor de la muerte corren más riesgo que nunca, y sus familias - concluye la experta - aguardan desesperadamente noticias sobre su destino en los noticieros”. Las ejecuciones se llevan a cabo bajo el gobierno de bin Salman, primer ministro del reino y líder de facto de la nación, quien en una entrevista de 2018 se había comprometido a reducir al mínimo el uso de la pena capital. En realidad Arabia Saudita sigue siendo uno de los verdugos más prolíficos del mundo y bajo el gobierno del príncipe heredero se llevaron a cabo al menos 1.115 ejecuciones entre el 21 de junio de 2017 y el 9 de octubre de 2024.
17/12/2016 13:14
14/10/2020 12:10