Revolución en Tokio. Los emperadores rompen con una tradición serán cremados y sepultados en mausoleos "eco-compatible"

Akihito y Michiko rompen tradiciones que duran desde hace más de 350 años: sus tumbas serán de dimensiones menores respecto a sus antepasados y sus funerales deben tener "el menor impacto social posible". El Sol Naciente se interroga sobre el futuro de la casa imperial.

Tokio (AsiaNews) - Rompiendo una tradición que dura más de 350 años, la pareja imperial expresó la voluntad de ser cremados después de sus muertes. Además, Akihito y Michiko expresaron la voluntad de ser sepultados en un mausoleo de dimensiones reducidas que sea "eco-compatible", y pidieron al gobierno y al pueblo japonés tener funerales "con el menor impacto social posible". El anuncio, confirmado en la noche por la Casa Imperial, desencadenó un intenso debate en el Sol Levante: el Trono del Crisantemo, si bien no tiene más características "semi-divinas" es de hecho un importante signo de unidad nacional.

Noriyuki Kazaoka, jefe de la agencia que se ocupa de la casa Imperial. Explicó que los pedidos fueron presentados por los emperadores en el mes de abril pasado y ha confirmado que la decisión de Akihito "representa una inversión de tendencia que dura desde los inicios del período Edo [conocido también como Tokugawa, representa en práctica la última fase del shogunado en Japón, ndr]"

La decisión representa un cambio de época para la tradición imperial japonesa. Cuando muere un imperador, el entero país observa 9 días de luto estrecho con las características sintoístas: se ofrecen sacrificios, se presenta en el palacio imperial para presentar el pésame y se abstiene de la vida normal social.. La familia imperial, en vez, permanece en luto por un año. Como sucedió para la muerte de Hirohito, el sucesor de Akihito- el hijo Naruhito- recibirá las insignias del poder inmediatamente después de la muerte del padre pero deberá esperar 365 días para la coronación.

Normalmente va instalada una capilla ardiente especial, con precisas características, donde son admitidos los miembros más importantes de la política y de la sociedad y obviamente la familia imperial. Concluidos estos ritos se procede a la inhumación en dos distintos mausoleos-uno para el emperador y otro para la emperatriz- que pueden ser visitados por todos. La actual pareja quiso cambiar también este aspecto.

Akihito pidió un mausoleo de medida inferior al del padre-Hirohito, que comprende 4300 metros cuadrados- y adelantó la hipótesis de ser sepultado con su esposa. Por su parte la emperatriz agradeció pero ha definido el honor "demasiado grande". Además, el emperador impuso que para la construcción de su última casa "no sean abatidos muchos árboles" y que el edificio esté "en paz con la naturaleza circunstante y con el ambiente, que debemos siempre respetar".

La capitulación en la II Guerra Mundial, la renuncia al poder temporal y la declaración "sobre la naturaleza humana del emperador" de 1946 han cambiado en manera profunda la figura y el rol del máximo líder japonés. Igualmente permanece la figura más respetada del País, representa a todos los ciudadanos y ahora es todavía considerado un trámite con el mundo ultraterreno. La elección de Akihito, que ha querido para su reino y como nombre póstumo el término Heisei ("Paz"), parece destinado a cambiar aún más al País y su relación con el trono.