Restaurantes norcoreanos en Vientiane a pesar de las sanciones
Pese a las medidas adoptadas por la ONU en 2019, una decena de restaurantes norcoreanos siguen abiertos en Laos. Casi desiertos, no resulta claro cuál es la función que pueden tener, salvo blanquear las ganancias provenientes de las actividades de piratería informática de Pionyang. Los esfuerzos de Seúl no han podido impedir que se fueran profundizando las relaciones del país socialista del sudeste asiático con Moscú, como resultó evidente en el Foro que acaba de concluir en Vladivostok.
Vientiane (AsiaNews/Agencias) - Mientras se publican decenas de fotografías de la visita del líder norcoreano Kim Jong Un a Rusia para encontrarse con el presidente ruso Vladimir Putin -con quien parece formar una alianza cada vez más estrecha en términos de cooperación militar- pasan desapercibidos los vínculos de ambos países con un pequeño aliado del Sudeste Asiático: Laos. Es el único país donde todavía quedan restaurantes norcoreanos que violan las sanciones impuestas por las Naciones Unidas en diciembre de 2019.
Inicialmente estos establecimientos estaban muy difundidos en las principales ciudades de Asia, y todavía quedan 17 en China, Rusia y, precisamente, en Laos, junto con otro en la capital de Vietnam, Hanoi. Si en algún momento fueron una expresión del poder blando de Corea del Norte y garantizaron el ingreso de dinero, no resulta claro qué papel desempeñan en este momento, escribe Al Jazeera, teniendo en cuenta que casi siempre están vacíos y que hoy las arcas de Pionyang se reponen gracias a los ciberataques y el robo de criptomonedas que realizan los hackers norcoreanos. “Mi primera hipótesis sería que ahora los restaurantes solo están ahí para lavar dinero”, declaró Joshua Stanton, un abogado de Washington que en 2016 colaboró en la redacción de la North Korea Sanctions and Policy Enhancement Act. "Y una de las mejores fuentes del dinero que podrían obtener proviene de los trabajadores tecnológicos" en Laos, que no son más que unos pocos cientos, según un informe de Radio Free Asia. En mayo de este año el Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones contra cuatro entidades norcoreanas responsables de entrenar hackers en Rusia y Laos.
En teoría Laos se ha adherido a las sanciones internacionales, pero en la práctica el país comunista es un aliado de China, que tiene interés en mantener abiertos los canales de intercambio y comerciales con Corea del Norte. A principios del año pasado la presencia de al menos cuatro restaurantes y un pequeño mercado nocturno ya era conocida por un grupo de expertos de la ONU, que señalaron que las medidas anti-covid impuestas durante la pandemia también servido para impedir que se cerraran los establecimientos vinculados a Pionyang.
Pero la cooperación de Vientiane con Corea del Norte (y Rusia) no se limita a los restaurantes. Después de establecer relaciones diplomáticas con las dos Coreas en 1974, Laos se vio sometida a continuas presiones del Norte y del Sur, y a pesar de un progresivo acercamiento con Pionyang, en los años siguientes continuó siendo tierra de paso para los desertores norcoreanos hacia Seúl. Al menos hasta 2013, cuando las cosas empezaron a cambiar. Ese año las autoridades laosianas detuvieron a 9 desertores y los entregaron a agentes laosianos, alegando que eran víctimas del "tráfico de seres humanos".
Luego, en 2016, cuando a Laos se le asignó la presidencia de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), las agencias de seguridad de ambos países firmaron un acuerdo bilateral para profundizar la cooperación mutua y, en lo posible, fomentar la repatriación de refugiados norcoreanos. Ese mismo año aumentaron las exportaciones de Laos a Corea del Norte. A pesar de los esfuerzos de Seúl, incluso en los últimos años, parece muy difícil lograr que Laos abandone la esfera de influencia de Corea del Norte y China, ya que entretanto también se han profundizado las relaciones con Rusia.
A principios de esta semana el viceprimer ministro de Laos, Pany Yathotou, se reunió con el presidente ruso Vladimir Putin en el Far Eastern Economic Forum de Vladivostok, durante el cual se destacó que Laos ha sido el país más bombardeado del mundo, con más de 2 millones de bombas lanzadas por Estados Unidos durante la guerra de Vietnam. La población de Laos es de 7 millones de habitantes. Putin habló luego de la cooperación entre Rusia y África, destacando que durante el colonialismo europeo del continente los africanos eran llevados a Europa "en jaulas". A continuación, los diálogos abordaron la ayuda humanitaria a Laos, el envío de estudiantes laosianos a Rusia y el desarrollo del comercio en monedas locales, el rublo y el kip.
Los expertos explican que, como forma parte de la ASEAN, Laos es un importante aliado estratégico para Rusia. De hecho, a partir de 2021 se ha producido un desplazamiento hacia el este de las cadenas de suministro de Moscú, pero también han aumentado la afluencia de turistas rusos y el comercio. Desde 2019, después de una serie de ejercicios conjuntos, también aumentó la cooperación militar.
Debido a que Myanmar, devastada por la guerra civil entre el ejército y las milicias de la resistencia, se ha visto imposibilitada de asumir la presidencia de la ASEAN en 2024, el cargo pasará de Indonesia a Laos, que muy probablemente seguirá sometido a las presiones de Moscú, Beijing y también Pionyang.
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