Responsabilidad, asistencia y cooperación, para salvar los océanos
La tecnología, las preocupaciones por la seguridad o las búsqueda de ganancias “no deben limitar nuestra visión”. “No basta siquiera con concentrarse exclusivamente sobre la biodiversidad o sobre los ecosistemas, si el rol de la persona humana luego es dejado de lado”.
Bali (AsiaNews)- En la gestión de los recursos marinos y oceánicos es necesario “adoptar conductas responsables, además de facilitar la asistencia y la cooperación para el desarrollo de las comunidades más vulnerables”. Así lo afirma el arzobispo Piero Pioppo (Foto 1), nuncio apostólico en Indonesia y responsable de la delegación de la Santa Sede en la conferencia internacional “Our Ocean” (Foto 2). Los días 29 y 30 de octubre, el gobierno indonesio hospedó en la isla de Bali la quinta edición del evento, titulado: “Our Ocean, Our Legacy”. orientado a la salvaguarda de los océanos.
“Los océanos -declaró Mons. Pioppo en su intervención- exigen nuestra atención y una voluntariosa colaboración para la actuación, por un lado, de un serio abordaje interdisciplinario; y por otro, del principio de subsidiaridad, que involucra contextos locales, nacionales y regionales, además de aquellos internacionales. El objetivo común es garantizar una real protección de aquello que la Convención de las Naciones Unidas sobre el derecho del mar (UNCLOS) describe como el ‘patrimonio común de la humanidad’”.
Subrayando cuánta importancia reviste para la Santa Sede la cuestión de los mares, el arzobispo recuerda las iniciativas emprendidas por la Iglesia católica. En particular, los diversos tipos de asistencia ofrecidos a los marineros; el sostén brindado para el desarrollo de las comunidades de pescadores y para la protección de sus derechos; el trabajo incesante con y a favor de los migrantes; las actividades realizadas con las comunidades amenazadas por la elevación del nivel de los mares; los programas para la tutela de los lechos marinos.
El nuncio reclamó la atención de los presentes sobre temas como los flujos migratorios, la exploración y la explotación de los recursos, además de aquellas cuestiones vinculadas al comercio y al transporte. “Para que estos intereses y actividades estén realmente al servicio del bien común, de la entera familia humana y del desarrollo integral y armonioso de cada persona -declara-, es importante que estén guiados por simples principios éticos. En particular, una sana antropología debe iluminar nuestra relación con este don maravilloso e impresionante: los océanos”.
La tecnología, las preocupaciones por la seguridad o las búsqueda de beneficios, “no deben limitar nuestra visión”. “No basta ni siquiera con concentrarse exclusivamente sobre la biodiversidad o sobre los ecosistemas, si después el rol de la persona humana es dejado de lado”, advierte Mons. Pioppo. El prelado invita a “hacer frente a las amenazas que se ciernen sobre nuestros océanos, de una manera valiente y adecuada”. “A menudo -afirma- las causas de estas amenazas se hallan sobre la tierra: la migración peligrosa y forzada, el flagelo del tráfico criminal y la contaminación de los mares”.
Citando el mensaje del Papa Francisco dirigido al evento “Our Ocean” de 2017, el arzobispo reafirma que “los océanos nos recuerdan la necesidad de educar en una alianza entre la humanidad y el ambiente” (Cfr. “Laudato Si”, 85). “En este sentido -concluye- es oportuno formar a los jóvenes para que se ocupen de los océanos pero también, en la medida de lo posible, ayudarlos a crecer en el conocimiento, en el aprecio y en la contemplación de su vastedad y grandeza. La creación puede enseñarnos lecciones preciosas y ser una fuente interminable de inspiración” (Cfr. “Laudato Si”,85).
23/01/2018 12:19