de Stefano Vecchia

Indultadas por el rey de Camboya en un asunto que ha puesto el tráfico ilegal en el punto de mira. Los tres niños ya nacidos serán dados en adopción en Filipinas si las madres no pueden hacerse cargo de ellos

Manila (AsiaNews) - Los niños ya nacidos de las tres mujeres filipinas detenidas como sus compañeras en octubre en Camboya por ofrecer vientres de alquiler y repatriadas ayer, podrían ser dados en adopción si las madres no pueden permitirse criarlos. Otras diez filipinas que regresaron al mismo tiempo están embarazadas, mientras que otras siete, no gestantes, fueron puestas en libertad poco después de su detención y ya han sido repatriadas.

Por el momento, las mujeres permanecen bajo custodia del Departamento de Seguridad Social y de la Autoridad Nacional de Atención a la Infancia, que se encargarán de su reintegración en la sociedad filipina y de estudiar la posibilidad de adoptarlas.

Sin embargo, también son valiosas fuentes de información sobre el sistema de contratación de vientres de alquiler. Por ello, el subsecretario de Justicia, Nicholas Felix L. Ty, indicó que «se les ayudará si tienen el valor de denunciar a sus reclutadores» con «la seguridad de que el gobierno les proporcionará protección».

A las mujeres, acusadas en Camboya de violar la ley contra el tráfico de seres humanos, se les permitió abandonar el país inmediatamente después de ser indultadas por el gobernante camboyano, Norodom Sihamoni. Los jueces habían justificado la condena por «intención de tener hijos para venderlos a un tercero a cambio de dinero, lo que equivale a trata de seres humanos».

En el reino camboyano, la práctica de la maternidad subrogada -aunque está proscrita- se sigue practicando ampliamente en clínicas que cumplen las normas, bajo el control de un fraude local e internacional, en beneficio principalmente de parejas chinas dispuestas a pagar entre 40.000 y 100.000 dólares a intermediarios capaces de encontrar una mujer dispuesta a dar a luz a un niño para ellos.

El caso de las filipinas que ahora han regresado y se arriesgan a duras penas de prisión por ganar sumas que son una pequeña parte de lo que pagaban los «comitentes», ha reavivado la atención sobre los riesgos de que incluso ciudadanas del archipiélago sean «reclutadas» por la «mafia de los vientres de alquiler», como demuestra, según el Departamento de Justicia, la identificación y detención de algunas de ellas a punto de salir del país y el arresto de sus reclutadores.