Reconocimiento a las religiosas que luchan contra la trata: premiaron a una de la India
La hermana Seli Thomas recibió el Common Good Award, mientras que la hermana Francoise Jiranonda, de Tailandia, y la hermana Patricia Ebegbulem, de Nigeria, recibieron otros dos importantes reconocimientos por su trabajo contra la trata de seres humanos. La ceremonia de entrega de premios se llevó a cabo en Londres a fines del mes pasado en la primera edición de los Sisters Anti-Trafficking Awards (SATA), en reconocimiento por la contribución de las religiosas católicas al movimiento contra la trata.
Londres (AsiaNews)- Un “símbolo de esperanza para todos los niños, mujeres y hombres que son víctimas, que sufren vergüenza y traumas”. Así describió la religiosa india Seli Thomas, de las Hermanas de María Inmaculada, el Common Good Award, el reconocimiento que le fue entregado en Londres el 31 de octubre durante la primera edición de los Sisters Anti-Trafficking Awards (o SATA), evento que celebra la contribución de las religiosas católicas a la lucha contra la trata de seres humanos.
La hermana Seli recibió el premio, junto con otras dos religiosas, por haber "demostrado valentía, creatividad, colaboración y éxito en la protección de sus comunidades contra la trata de personas". La hermana de María Inmaculada trabaja en Krishnagar, Bengala Occidental, con el propósito de evitar que las jóvenes caigan en redes de explotación. Proporciona asistencia jurídica gratuita y organiza seminarios de sensibilización para informar a las mujeres y a la comunidad sobre las opciones de migración segura y el riesgo de la trata de personas, intentando llegar también a los hijos de las prostitutas que viven en los burdeles de Krishnanagar.
En la ceremonia de entrega la religiosa agradeció a las entidades organizadoras y contó la historia de una de las muchas víctimas que logró salvar, una mujer de unos treinta años que, llorando, le dijo: "Hermana, ¿dónde estuviste todos estos años? Si te hubiera conocido antes, nunca habría sido prostituta, no habría sido víctima de la trata, vendida y revendida a los hombres una y otra vez desde los 12 años”.
“Fue un llanto desgarrador y doloroso. Lo único que pude hacer fue abrazarla, pero ese llanto me empujó a ir más allá”, contó la religiosa. "Sé que no puedo cambiar el mundo entero, lo que puedo hacer es provocar alguna transformación, dar esperanza a los que están desesperados y salvar algunas vidas de la trata, una persona a la vez", añadió la hermana Seli. "Esto es lo que he estado haciendo durante los últimos 12 años y espero seguir haciéndolo por el resto de mi vida", dijo.
Los Sisters Anti-Trafficking Awards fueron patrocinados por Arise, una ONG que lucha contra la explotación en todo el mundo, la Unión Internacional de Superioras Generales, que representa a unas 600.000 religiosas de 80 países y que fundó la red contra la trata Talitha Kum, y la Conrad N. Hilton Foundation, creada por el conocido hotelero en 1944. El evento reunió a 200 personas del mundo católico y no católico, entre ellas la ex primera ministra británica Theresa May y el maratonista de origen somalí Mo Farah.
Según datos de las Naciones Unidas, los índices de detección de delitos relacionados con la trata cayeron un 11% y las condenas un 27% en 2020, lo que pone en evidencia una desaceleración general de la lucha contra la trata de personas en todo el mundo, y el problema está empeorando en algunos países en desarrollo.
Las religiosas "son la mayor fuerza contra la trata de personas en el mundo", dice un comunicado de prensa de Arise. "Las hermanas a menudo se encuentran en una posición única en áreas remotas, que de otro modo estarían fuera del alcance. Están integradas en sus comunidades y gozan de su confianza, un aspecto clave para poder realizar un trabajo eficaz contra la trata”, dijo la organización.
Junto con la hermana Seli Thomas, también fueron premiadas la hermana Francoise Jiranonda, de las Hermanas de San Pablo de Chartres, de Tailandia, y la hermana Patricia Ebegbulem, de las Hermanas de San Luis, de Nigeria. Después de haber contribuido a desarrollar de la red Talitha Kum en Tailandia como directora, la hermana Françoise trabaja ahora en la capital, Bangkok, donde ha abierto dos escuelas para proteger a las jóvenes mujeres tailandesas, apoyando en particular a las mujeres de la etnia karen provenientes de las zonas rurales. A las alumnas se les ofrecen cursos gratuitos de formación profesional para desarrollar sus capacidades.
Por su parte, la hermana Ebegbulem fundó Bakhita Villa, que lleva el nombre de la esclava sudanesa que más tarde se convirtió en Santa Josefina Bakhita, cuyo objetivo es rehabilitar y reintegrar a las mujeres que sobreviven a la trata. También lleva a cabo programas de concientización en zonas rurales y escuelas de alto riesgo, al mismo tiempo que brinda capacitación y trabajo para ayudar a que los jóvenes se mantengan alejados del riesgo de la trata.
29/08/2020 11:22