Reabre la fundición de Morowali tras huelgas y enfrentamientos: dos indonesios y un chino muertos

de Mathias Hariyadi

En los últimos días, los trabajadores locales habían exigido más seguridad laboral, pero no recibieron el apoyo de sus colegas extranjeros y comenzó la violencia. Gunbuster Nickel Industri es propiedad de un magnate chino que prometió grandes inversiones en Indonesia. Expertos y residentes temen más disturbios.

Yakarta (AsiaNews) - Hoy reabrió sus puertas Gunbuster Nickel Industri (Gni), una fundición de níquel situada en la región septentrional de Morowali, donde en los últimos días estalló una protesta y en los enfrentamientos murieron dos trabajadores indonesios y uno chino. Gracias a la intervención masiva de las fuerzas de seguridad, la situación volvió a estar bajo control: "Las unidades de seguridad tomaron medidas contra los responsables", anunció Didik Supranoto, jefe de policía de la provincia de Sulawesi Central.

Si bien Yakarta envió un equipo especial para investigar el incidente, en las redes sociales se hicieron virales videos caseros de los actos de violencia, en algunos de los cuales se oye a trabajadores indonesios culpar al gobierno de "conceder demasiado" a los chinos.

El 14 de enero, trabajadores de la fábrica pertenecientes al Sindicato Nacional de Trabajadores se habían reunido con la empresa, a la que plantearon ocho demandas. Entre ellas, la aplicación de procedimientos de seguridad en el lugar de trabajo, el suministro de equipos de protección personal, la suspensión de las deducciones salariales y la recontratación de los miembros del sindicato despedidos por hacer huelga. En diciembre murieron dos trabajadores indonesios en accidentes laborales.

Sin embargo, al no llegarse a un acuerdo entre las partes, los trabajadores indonesios se declararon en huelga: como no encontraron el apoyo de sus colegas chinos, comenzaron los enfrentamientos entre trabajadores locales y extranjeros. Asaltaron parte de la maquinaria del interior de la fábrica, pero la policía informó que también se prendió fuego a algunos dormitorios de los inmigrantes chinos. Gni emplea a 11.000 trabajadores indonesios y 1.300 extranjeros, según explicó la policía.

La fundición, dirigida por el empresario chino Tony Zhou Yuan, pertenece a Jiangsu Delong Nickel Industry, empresa que también realiza operaciones de extracción y refinado en el área económica industrial de Xiangshui (China). Abrió sus puertas en 2019 y fue inaugurada oficialmente por el presidente indonesio, Joko Widodo, dos años después. Se calcula que la inversión para la creación de tres plantas en el norte de Morowali superará los 8.000 millones de dólares, con una previsión de empleo de al menos 27.000 trabajadores. El Presidente Jokowi -como se lo conoce en Indonesia- siempre ha acogido bien a los inmigrantes y las inversiones chinas, pero según los expertos, este episodio, combinado con los históricos sentimientos antichinos y el elevado desempleo, corre el riesgo de desencadenar nuevos actos de violencia en otras partes de Indonesia.

Anton, un residente local que lleva más de 10 años trabajando en la industria minera, declaró a AsiaNews que "en el norte de Morowali hay al menos 15 plantas de fundición que utilizan tecnología avanzada y emplean a miles de trabajadores". Con la creciente demanda de baterías en el mercado internacional y el enorme yacimiento de níquel de la provincia de Sulawesi Central, "la construcción de fundiciones ha sido la prioridad de Indonesia", añadió. "Si la industria de las baterías se desarrolla plenamente, será una industria minera gigantesca, pero con algunos retos serios que afrontar, como la discrepancia social entre trabajadores nacionales y extranjeros", continuó Anton, expresando su opinión personal. "Cuando un sentimiento de envidia social se expresa en voz alta, significa que también es inminente una posible violencia colectiva".