Rangún utilizará el yuan como moneda comercial

Los ingresos de divisas en las arcas birmanas son cada vez más escasos. La prensa oficialista china critica la imposición de sanciones estadounidenses. En realidad, la oposición de Myanmar querría más, sobre todo contra las empresas petroleras.

Rangún (AsiaNews) - Myanmar aprobó el uso del yuan para el comercio exterior. La información fue publicada por la prensa estatal china. The Global Times explicó que la fase piloto se centrará en las pequeñas mercancías que se comercializan en la frontera entre los dos países por un valor de 2.000 millones de yuanes (unos 280 millones de euros), lo que corresponde a una quinta parte del valor del comercio fronterizo entre Naypyidaw y Beijing.

El objetivo es aliviar la presión financiera sobre Myanmar (en cuyas arcas las divisas son cada vez más escasas), y desvincular el kyat birmano del dólar. El artículo del tabloide del Partido Comunista Chino prosigue con varias críticas contra el gobierno de Estados Unidos por "intimidar" e imponer sanciones unilaterales contra la junta birmana, cada vez más vinculada a Beijing, al igual que Camboya, que también se ha visto afectada por las medidas punitivas de Washington en las últimas semanas.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo ayer que la administración Biden está considerando imponer nuevas sanciones contra los militares de Myanmar que controlan el país después del golpe del 1 de febrero. "Pienso que será muy importante en las próximas semanas y meses ver qué otras medidas podemos tomar individual y colectivamente para presionar al régimen, a fin de que vuelva a colocar al país en una trayectoria democrática", dijo Blinken mientras se encontraba en Malasia, segunda etapa después de Indonesia en su gira por el sudeste asiático.

Cuando le pidieron a Blinken que comentara la posibilidad de sancionar a los sectores del petróleo y el gas, cuyas ganancias van a parar a las arcas de los generales birmanos, no mencionó esa posibilidad, sino que respondió que el gobierno de Biden está considerando calificar como genocidio la represión contra la minoría musulmana rohingya.

La sociedad civil, que ya ha emprendido boicots contra la Junta en el frente interno, pide en cambio que se sancione a las compañías petroleras extranjeras que trabajan con empresas estatales birmanas. En agosto, los activistas crearon el movimiento “Blood Money Campaign” para pedir que se congelen los pagos de las exportaciones provenientes del yacimiento de gas de Yadana, explotado por Total en colaboración con Myanma Oil and Gas Enterprise (Moge). Unos meses después, en noviembre, varias organizaciones escribieron una carta al director general de la empresa francesa Patrick Pouyanne para pedirle que "ponga fin a su complicidad en crímenes contra la humanidad". “Nos preocupa que las ganancias obtenidas por el Proyecto Yadana, para el que trabajamos, contribuyan, de una forma u otra, a financiar la violenta represión del pueblo birmano por parte de la junta militar”, dice la carta de protesta.

Por toda respuesta, Total condenó las violaciones de los derechos humanos y afirmó que los cortes de electricidad irían en detrimento de la población.

Aproximadamente el 50% de las divisas de Myanmar proviene de la explotación de yacimientos de gas natural. Según las previsiones de Naypyidaw, Moge debería ganar 1.320 millones de euros gracias a proyectos offshore en el bienio 2021-22. El Proyecto Yadan aportói al gobierno birmano más de 350 millones de euros en 2017-18.