Rabino Milgrom: en la guerra sólo ganan el odio y la intolerancia. Ayuno y oración el 17 de octubre

de Dario Salvi

Miembro de Rabinos por los Derechos Humanos, Jeremy Milgrom expresa su preocupación por una posible operación terrestre en Gaza, que tendría un "elevado" costo en términos de vidas, como ocurrió en el Líbano. La brutalidad de los ataques y secuestros, el miedo a nuevos ataques, pero "no podemos alimentar esta espiral de violencia". Por su parte el Patriarca Pizzaballa ha anunciado una jornada de ayuno y oración: "Sentimos la necesidad de recibir fuerzas para poner en manos de Dios nuestra sed de paz y de reconciliación".

Jerusalén (AsiaNews) - "Atemorizado" por una posible escalada del Ejército israelí, porque los militares están "listos para entrar en Gaza", y el miedo de que el precio a pagar sea "alto" en "términos de vidas humanas", como cuando "ocupamos Líbano." Y, al mismo tiempo, "preocupado" por una opinión pública que se orienta hacia "soluciones más radicales", en un clima de "menos tolerancia". Jeremy Milgrom, rabino israelí y miembro de la ONG Rabinos por los Derechos Humanos, habla con Asia News sobre la espiral de violencia que desencadenó el ataque de Hamás contra Israel y el costo cada vez más elevado en términos de vidas humanas. “Espero - continúa - poder volver a dormir pronto sin tener que preocuparme de tener preparado un bolso para llevar al refugio en caso de alarma”.

Recordando las frenéticas horas del pasado 7 de octubre, con los misiles que lanzaban desde Gaza y el ataque de los milicianos en pleno territorio israelí, el rabino pacifista habla de "un shock terrible". Mi compañera -recuerda- me avisó que estaban bombardeando y que se había activado el escudo defensivo 'Cúpula de Hierro'; era evidente que estaba pasando algo grave. Y pocas horas después fuimos a los búnkeres". “Yo no quería mirar las imágenes dramáticas de la violencia - continúa - pero escuché que hablaban de masacres terribles, de un número cada vez mayor de víctimas y de personas que siguen muriendo tanto en Gaza como en Israel”.

Los atacantes "consiguieron burlar las defensas", sigue diciendo, superon "las bases del ejército" y mataron a soldados y civiles. "Fue brutal - explica Jeremy Milgrom - pero ellos no solo querían matar, sino también secuestrar", tener “rehenes como arma de chantaje”. Ahora, desde un punto de vista práctico será más difícil trabajar por el diálogo y encontrar una manera de convencer a los israelíes de buscar la paz, de continuar el diálogo, de convivir con los palestinos, porque "están convencidos de que son capaces de cometer actos salvajes, y eso es terrible". “Han muerto muchas personas - afirma - y se seguirán sumando muchas más; y cuantas más sean, más complicado será retomar el camino del diálogo, habrá ira, inseguridad y deseo de venganza”.

En un intento de señalar un camino hacia la paz en un conflicto cada vez más sangriento y que afecta principalmente a la población civil (de ambos lados), el Patriarca Latino de Jerusalén ha convocado una jornada de ayuno y oración para el martes 17 de octubre. “El dolor y el desaliento - dice el cardenal Pierbattista Pizzaballa, quien recientemente regresó a Tierra Santa después de recibir el capelo cardenalicio - por lo que está ocurriendo son muy "grandes", ante una nueva "crisis política y militar" y la "marea de violencia sin precedentes". “El odio, que lamentablemente ya experimentamos desde hace demasiado tiempo, aumentará aún más, y la espiral de violencia resultante - continúa - creará más destrucción [...] y muerte”.

En estos momentos de violencia, guerra, dolor y consternación, no se puede dejar la última palabra a la muerte, y por eso "sentimos la necesidad de rezar" para "recibir fuerzas y serenidad". En nombre de los Ordinarios de Tierra Santa, el Patriarca Pizzaballa invita a las parroquias y comunidades religiosas a una jornada de ayuno, abstinencia y oración, aunque la situación no permite "la concentración de grandes asambleas". "En las parroquias, en las comunidades religiosas, en las familias, todavía podremos organizarnos y tener momentos comunes de oración, sencillos y sobrios", concluye el purpurado, para "poner en manos de Dios Padre nuestra sed de paz, de justicia y de reconciliación".

La violencia provoca el deseo de venganza, dice por su parte el rabino Milgrom, del mismo modo que el intento de "justificar" este ataque "tendrá consecuencias". Por eso "más que nunca debemos buscar soluciones que rechacen la violencia, encontrar vías alternativas a los comportamientos bárbaros". En este momento, advierte, "deberíamos hacer lo posible para conseguir un alto el fuego y la liberación de los rehenes, por eso es muy importante continuar el trabajo de diálogo y entendimiento, que en lo inmediato resulta muy difícil". “Siempre queda la esperanza, incluso cuando sucede algo terrible - concluye el rabino Milgrom - pero se puede y se debe aprender la lección. No podemos alimentar esta espiral de violencia, aunque en lo inmediato temo que las opciones serán peores, no mejores", y las perspectivas de paz parecen haber quedado fuera de nuestro alcance.