Quezón, los católicos lloran la muerte del 'padre Pete’: con los indígenas en la lucha contra el megaproyecto chino

El sacerdote falleció a los 75 años debido a complicaciones de salud. En 2020 había sufrido un derrame cerebral mientras se preparaba para una audiencia ante el Senado como parte de la lucha contra la presa Kaliwa, financiada por Beijing. Un proyecto de casi 250 millones de dólares para abastecer de agua a la capital, pero que pone en peligro a los pueblos indígenas Dumagat-Remontados.

Manila (AsiaNews) – Luto de los católicos filipinos por el fallecimiento, el 26 de enero, del padre. Pedro “Pete” Montallana, figura destacada de los movimientos de oposición al controvertido proyecto de la presa de Kaliwa y famoso por sus batallas por los derechos de los pueblos indígenas. Se multiplican en estas horas las oraciones y homenajes de los miembros del clero y de los laicos, tras el anuncio del fallecimiento del religioso franciscano que hizo Mons. Bernardino Cortez, de la prelatura de la Infanta, en la provincia norteña de Quezón.

El prelado afirmó que el padre Pete vivió "una vida dedicada al carisma" del santo de Asís, poniéndose "al servicio de los indígenas", y falleció a los 75 años por "complicaciones relacionadas con su estado de salud". En 2020 había sufrido un derrame cerebral cuando se preparaba para comparecer ante el Senado en el marco de su lucha contra la presa Kaliwa, financiada por Beijing y valuada en 244 millones de dólares.

El sacerdote era director del Apostolado de los Pueblos Indígenas de la prelatura de Infanta, y hasta su muerte fue administrador parroquial del santuario de San José en Polilio, provincia de Quezón. La Comisión Episcopal para los Pueblos Indígenas (ECIP) también se refirió a su fallecimiento llamándolo “portador de esperanza” para las comunidades indígenas de la Sierra Madre. “La esperanza que despertaba el ministerio del P. Pete en las comunidades indígenas seguirá viva”, afirmó el obispo Valentine Dimoc, presidente del CEIP. “Continuaremos su misión - añadió - y seguiremos caminando junto a nuestros hermanos y hermanas”.

El p. Montallana era un crítico abierto del megaproyecto financiado por China porque consideraba que afectaría a las comunidades locales, sobre todo a los grupos indígenas y las poblaciones vulnerables. El religioso encabezó una petición contra ese proyecto, en un esfuerzo por proteger el medio ambiente, el ecosistema y las tierras ancestrales de la tribu Dumagat. Actualmente la construcción de la presa de Kaliwa ya está en marcha y se espera que concluya en 2027, como parte de un plan más amplio para aumentar el suministro de agua a Manila.

El sacerdote había advertido que la presa, un proyecto clave del programa “Build, Build, Build” del ex presidente Rodrigo Duterte, dejará bajo el agua 300 hectáreas de ecosistemas forestales en la Sierra Madre. También afectará los medios de subsistencia de más de 100.000 personas y destruirá la cultura de los pueblos indígenas Dumagat-Remontados de las provincias de Quezón, Aurora y Rizal, al este de Manila. El actual jefe de Estado, Ferdinand Marcos Jr., continúa la construcción de la presa, que constituirá un alivio para los problemas de agua de la capital.

A pesar de las amenazas y la oposición, afirmó la Conferencia de Superiores Mayores de Filipinas (CMSP), el P. Montallana se mantuvo “firme en su misión” guiado por la fe y la confianza en la Providencia de Dios. “La pasión del P. Pete por la justicia, el cuidado de la creación y su profunda espiritualidad han dejado una sello indeleble en innumerables vidas”, declaró en un comunicado la CMSP. “Su legado - concluye - nos llama a continuar el trabajo que él llevó a cabo sin miedo: defender la dignidad de los pobres, preservar la creación de Dios y ver a Cristo en cada persona que encontramos”.

El padre Montallana fue cosecretario ejecutivo de la CMSP, conocida como Asociación de Superiores Religiosos de Filipinas (AMRSP), desde 1985 hasta 1989. Ordenado sacerdote en la Orden de los Frailes Menores de la Provincia de Filipinas, fue incardinado oficialmente en la prelatura de Infanta en 2022. A Radio Veritas le gustaba definir al sacerdote como “un amante de los pobres”.