Párroco de Gaza: una Navidad aislados, pero en solidaridad
Para los cristianos de la Franja, la iglesia es "el lugar donde tienen un hogar". Para contener la propagación de la pandemia, las autoridades cerraron los lugares de culto y dictaron el toque de queda. En un año, no se ha otorgado ningún permiso para salir y visitar Belén y Jerusalén. Pero no faltan los momentos para celebrar y compartir: como la distribución de alimentos y kits de higiene, que también son entregados a algunas familias musulmanas.
Gaza (AsiaNews) - Las restricciones impuestas por las autoridades para contener la propagación de casos de Covid-19 - en aumento, en la Franja - combinadas con el bloqueo de Israel han ensombrecido el clima navideño, que es vivido con un dejo de pesimismo. Los fieles se "lamentaron" por el cierre de los lugares de culto, porque "se preocupan mucho por las liturgias de la fiesta, además, la iglesia es un centro espiritual y social para los cristianos, es el lugar donde tienen un hogar". Son las palabras del párroco de Gaza, el P. Gabriel Romanelli, en diálogo con AsiaNews. El sacerdote destaca “las distintas iniciativas" que ha organizado la iglesia de la Sagrada Familia para mantener vivo el ambiente festivo. "La situación ha empeorado - confirma - el nuevo coronavirus se ha extendido, los viernes y sábados rige el confinamiento obligatorio (lockdown) y todos los días a partir de las 18.30 el toque de queda nocturno, que se extiende hasta la mañana”.
Para los cristianos de Gaza, la Navidad es una de las pocas oportunidades de salir del enclave palestino gobernado por Hamás, donde son una pequeña minoría de dos millones de personas que viven aisladas en una prisión a cielo abierto. En el tiempo de Navidad suelen ir a Belén o Jerusalén. "Con todos los límites y restricciones" vigentes, dice el sacerdote argentino del Verbo Encarnado, "este año Israel no ha expedido ni un solo permiso. Y ahora hay un nuevo lockdown. Un año entero sin salir de aquí".
La comunidad cristiana de la Franja y los habitantes de Gaza están tratando de encontrar una nueva normalidad, de convivir con el virus. Sin embargo, la situación de alerta se mantiene y también los temores son cada vez más marcados, especialmente por la capacidad del sistema de salud para mantenerse en pie. Los datos muestran un fuerte aumento de los contagios en el último período, con más de 36.000 casos confirmados y más de 310 víctimas en total.
El Padre Romanelli dice que "las autoridades cerraron todos los edificios de las instituciones, las oficinas públicas y las mezquitas, y también las iglesias. Las escuelas permanecen abiertas sólo para los que asisten al último año y para los niños del jardín de infantes. En estos días celebramos una Novena a la Virgen, como hacen los cristianos de Tierra Santa, con cantos en árabe y melodías en latín, sermones de los sacerdotes, referidos a la fiesta y, en la víspera celebramos la misa a las 6 de la tarde, debido al toque de queda".
En la celebración solo participaron las monjas y unos pocos miembros del coro; los fieles siguieron el rito desde sus casas. "Hicimos una transmisión de la misa en vivo, por Internet", confirma el párroco de Gaza, y al término de la celebración, “una rifa, con premios para niños, y villancicos". Para mantener vivo el ambiente festivo, la Iglesia local repartió regalos para los más jóvenes: "Un rosario y chocolates", dice el P. Romanelli, "y luego premios para los adultos mayores como una estufa, un horno eléctrico para hacer pan árabe, platos y jarrones para la casa, juegos para los niños, objetos sagrados como iconos y rosarios para los jóvenes; aquí, son muy apreciados".
Además, se distribuyeron algunas cajas para los más necesitados, y las familias musulmanas también recibieron estas ayudas. Estas cajas contienen kits de higiene personal, vales para la compra de alimentos como carne, pan y chocolates, para que la mesa luzca bien puesta en estas Fiestas. “Por supuesto, la gente se lamentaba por los casos de coronavirus y por no poder ir a Belén debido a las restricciones, además, las iglesias sólo están abiertas para los religiosos". Por eso "nosotros, los hombres de la Iglesia, salimos y - en las últimas semanas - fuimos a visitar las casas con el Niño Jesús y la Eucaristía. También queremos mantener viva a nuestra comunidad de esta manera”, concluye.
23/12/2015
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