Párroco de Gaza: el ataque israelí es un 'duro golpe'
Desde las 23.30 horas de anoche rige la tregua firmada por Israel y la Yihad Islámica con la mediación de Egipto. El padre Romanelli, a la espera del permiso para regresar, se mantiene en contacto con el vicepárroco y las religiosas. Son hechos que "alimentan el deseo de escapar" y minan el trabajo realizado para "curar los traumas". Denuncia que no hay "voluntad política" para alcanzar una paz verdadera.
Gaza (AsiaNews)- La operación militar de Israel contra Gaza en respuesta al lanzamiento de cohetes desde la Franja que llevó a cabo la Yihad Islámica (YI) el pasado fin de semana “ha sido un duro golpe para la población”, a la que “tomaron por sorpresa”, afirmó el párroco de Gaza Gabriel Romanelli, sacerdote argentino del Verbo Encarnado. El padre Romanelli está esperando el permiso de las autoridades israelíes para volver a su parroquia. "Dejan pasar a los periodistas, a los diplomáticos de la ONU -agrega preocupado-, pero no me dejan pasar a mí, que vivo en Gaza". Espera que los contactos realizados por la embajada y el Patriarcado latino le permitan “volver lo antes posible”.
El sacerdote explica que se ha mantenido en "contacto permanente" con el vicepárroco y las religiosas que trabajan con él y confirma que "aparentemente en las últimas horas la tregua se ha mantenido". “La gente -explica- está acostumbrada a la violencia, a los enfrentamientos, pero en el último año, desde la guerra relámpago de mayo de 2021, la situación ha estado relativamente tranquila. Ha sido un tiempo extraño, sin bombardeos ni siquiera de noche, con un silencio casi irreal”. A ello se suman "más de 10 mil permisos de trabajo en Cisjordania para ciudadanos de la Franja" y "los 700 permisos de salida para cristianos durante Semana Santa, que se prorrogaron hasta fines de junio". Estos elementos, afirma, habían alimentado un cauto optimismo, favoreciendo un "clima de tranquilidad" que ha quedado destruido en unos pocos días de bombardeos.
A las 23.30 de ayer, hora local, comenzó el alto el fuego entre Israel y la Yihad Islámica (YI) en Gaza, después de tres días de ataques del Estado judío en la Franja y el lanzamiento de cohetes hacia el otro lado de la frontera por parte del movimiento extremista. Fuentes de Hamás, que gobierna la zona y por el momento se ha mantenido al margen de la violencia, informan que la operación "Breaking dawn" provocó la muerte de al menos 44 palestinos -entre ellos 15 niños, tres mujeres y un anciano- y más de 360 heridos. . Daños, pero sin víctimas ni heridos en el frente israelí, que cuenta con el sistema de defensa "Iron Dome" que interceptó la mayoría de los 1.000 cohetes y proyectiles de morteros lanzados desde la Franja.
El acuerdo y la reapertura de las fronteras, con la mediación de Egipto, incluye la liberación del alto comandante de la Yihad Islámica Bassam al-Saadi. Fue arrestado en Jenin (Cisjordania) a principios de agosto y ése es uno de los factores que explican la escalada de hostilidades. El ataque se produjo en respuesta al reiterado lanzamiento de cohetes desde la Franja, y se llevó a cabo con la intervención de la aviación y un bombardeo constante que destruyó más de 140 objetivos, entre ellos un "túnel de ataque" utilizado por la YI, y mató a dos altos comandantes del movimiento yihadista.
Supuestamente, dice el p. Romanelli, el gobierno israelí recibió "datos" que indicaban el peligro de que se produjeran ataques que podían "poner en peligro a la población". Por eso tomaron la decisión de "anticiparse", pero "eran solo rumores" sin confirmación oficial, y el mismo Hamás se ha "mantenido al margen" y decidió no involucrarse en la escalada. “Para nosotros [católicos y sacerdotes] que trabajamos para curar traumas y asegurar un futuro para los jóvenes -añade- ha sido un golpe muy duro, porque debilita lo que hemos hecho hasta ahora. Estas cosas alimentan el deseo de huir, y, sobre todo entre los cristianos, un sentimiento de resignación y profundo desaliento”.
Durante el fin de semana la parroquia suspendió todas las actividades, desde el campamento de verano hasta las reuniones preparatorias para el nuevo año escolar, y solo se mantuvieron las misas y la adoración del Santísimo Sacramento. “Tan pronto como me den permiso para regresar - dice el p. Romanelli- retomaremos el trabajo, intentando volver a vivir una realidad que yo calificaría como de 'hiper surrealismo'. Han sido meses extraños, sin bombas; la gente había vuelto a frecuentar las playas y el mar. Ahora se están sintiendo las primeras consecuencias, con la electricidad que ha pasado de ocho a cuatro horas diarias”.
“No es cierto -concluye el sacerdote- que no exista una solución para Gaza. No hay voluntad política de encontrar respuestas, pero como señalaba Juan Pablo II, la paz mundial depende de Jerusalén y Tierra Santa. Hay muchos están interesados en entorpecerla, solo hace falta buena voluntad y compromiso”.
06/08/2022 13:55