Pyongyang lanza un misil intercontinental después de 5 años

La semana pasada realizó un test similar, que concluyó con un fracaso. El hecho marca el fin de la moratoria norcoreana sobre los ensayos con armas de largo alcance (y quizás, en breve, de armamento nuclear). Los analistas pronostican tensiones en la península coreana.

Seúl (AsiaNews/Agencias) - Corea del Norte lanzó un misil balístico intercontinental (ICBM) en dirección al Mar de Japón. El cohete alcanzó una altitud máxima de 6.000 kilómetros y aterrizó a más de 1.000 kilómetros del punto de lanzamiento, el aeropuerto de Sunan, en la capital, Pyongyang. El tiempo de vuelo del arma - que podría ser un Hwasong 17, uno de los misiles más potentes que posee Corea del Norte- fue de 71 minutos. La última prueba de este tipo se había realizado en 2017. Un año después, Kim Jong-un decidió dictar una moratoria sobre las pruebas nucleares y de misiles de largo alcance, como parte de las negociaciones con la administración Trump. En aquel momento, el misil había logrado un pico de 4.000 kilómetros en 53 minutos de vuelo.

Los datos fueron publicados esta mañana por el Estado Mayor Conjunto de Seúl y posteriormente fueron confirmados por el Ministerio de Defensa japonés, según el cual el arma cayó dentro de la zona económica exclusiva de Japón. La respuesta de Corea del Sur fue inmediata: el ejército surcoreano disparó misiles balísticos como parte de un ejercicio.

Según los expertos, el test de hoy (sumado a la docena de pruebas realizadas desde que comenzó el año) es el preludio de una nueva temporada de tensiones en la península coreana. Aunque todavía no hay detalles definitivos del lanzamiento, hay quienes dicen que la prueba de hoy apunta a lograr uno de los objetivos de Kim: desarrollar un ICBM capaz de alcanzar los 15.000 kilómetros. Otros analistas creen que Pyongyang quería enviar un mensaje al presidente electo de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, de que debería adoptar una línea más dura con el Norte.

El 16 de marzo se realizó una prueba similar desde la misma zona de Pyongyang, pero no tuvo éxito: poco después del despegue, el misil explotó. A diferencia de Tokio y Seúl, que condenaron enérgicamente el lanzamiento, Beijing subrayó la necesidad del diálogo para buscar la paz y la estabilidad en la península coreana. El primer ministro japonés, Fumio Kishida, se encuentra hoy en Bruselas para asistir a la cumbre del G7, donde también se celebra una importante cumbre de la OTAN para responder a la guerra en Ucrania.