Pyongyang intencionado en reabrir el complejo industrial de Kaesong, pero sin Seúl

El Ministerio de la Unificación de Seúl pidió a Corea del Norte que no viole los derechos de propiedad de las empresas surcoreanas. En 2004, 124 compañías coreanas han investido en establecimientos de producción de ropa y herramientas, haciendo trabajar a 54 mil obreros del Norte. La colaboración hacía ganar más de 500 millones de dólares al año a Pyongyang.

Seúl (AsiaNews/Agencias)- Corea del Norte hizo entender que quiere reabrir y poner en funcionamiento el complejo industrial intercoreano de Kaesong, cerrado desde 2016.

En febrero de 2016, el Sur cerró el complejo en respuesta a los lanzamientos de los misiles por parte del Norte y al cuarto test nuclear. El sitio de propaganda Uriminzokkiri, escribió que la zona industrial está situada dentro del territorio bajo la soberanía de Corea del Norte y otras naciones (entendiéndose Corea del Sur) no deberían interferir en la cuestión.

Uriminzokkiri, agrega que las industrias manufactureras presentes allí serán usadas de manera aún más activas. Esto significa que Pyongyang comenzará a usar los establecimientos de producción de Kaesong, que son propiedad de empresas surcoreanas.

Ya en los días pasados se difundió la voz que Corea del Norte estaba utilizando los establecimientos de confección situados en Kaesong.

Abierta el área industrial de Kaesong en 2004, hospedó a unas 124 empresas surcoreanas, haciendo trabajar a más de 54 mil obreros del Norte para la producción de ropas, instrumentos y herramientas. Las inversiones surcoreanas en la zona industrial y los salarios a los obreros norcoreanos constituyeron un importante paquete de reservas monetarias extranjera para Pyongyang: más de 500 millones de dólares estadounidenses por año.

El año pasado, Corea del Norte declaró que habría congelado todas las propiedades de los surcoreanos en la zona industrial. El Ministerio de la Unificación de Seúl dijo que Pyongyang, debería detenerse en el apropiarse de las propiedades de otros, yendo contra los derechos de propiedad de las compañías surcoreanas.

Según analistas, las actitudes siempre más beligerantes del Norte demuestran un desesperado intento de Pyongyang de permanecer como un importante interlocutor en la península, habiendo perdido el apoyo de China y sufriendo el aislamiento de la comunidad internacional.