Punjab, la policía absuelve a un barrendero cristiano de la acusación de blasfemia
Amir Masih encontró una bolsa que contenía la Biblia y el Corán. Llevó el texto sagrado a un negociante que conocía, para evitar que terminase en la maceración. Los agentes entendieron que el cristiano era extraño al caso y convenció los imanes a encontrar al verdadero culpable.
Faisalabad (AsiaNews) – La policía de una ciudadela de Punjab paquistaní invalidó las acusaciones de blasfemia que afectaban a un barrendero cristiano. Después de una investigación y los interrogatorios de rito, los agentes se dieron cuenta que el cristiano era ajeno a la cuestión y no había cometido ningún ultraje contra el profeta Mahoma. Por lo tanto convenció a los líderes islámicos y a los imanes de la mezquita, sus acusadores, a hacer caer la denuncia por blasfemia, que en Pakistán es castigada con la pena de muerte.
A AsiaNews, Naveed Walter, presidente de Human Rights Focus Pakistan (HRFP), comenta: “Aprecio lo obrado por la policía de Punjab que tomó en serio la cuestión y la resolvió en modo pacífico después de haber realizado una justa investigación. Si todos los casos de blasfemia fuesen investigados como ésta manera correcta, seguramente las víctimas serían absueltas y la paz prevalecería poco a poco en el país”.
El 26 de octubre Amir Masih, barrendero cristiano residente en Yousafabad, cerca de Faisalabad, encontró una bolsa que contenía algunas páginas de la Biblia y del Corán. Su trabajo consiste en el recoger la basura de las habitaciones privadas y seleccionarlas para el reciclaje. Luego vende los descartes a las empresas interesadas. En el recoger la basura de la ciudadela, notó las páginas de los textos sagrados. Quería asegurarse cuáles fuesen las del Corán, fue a un negocio de un musulmán para que los examinase, invitándolo luego a llevárselos a su casa. A la vista del texto religioso, el negociante inició a gritar acusando a Amir de ser “un sucio recolector de basura”. Sus gritos atrajeron la atención de otros musulmanes, que lo llevaron a la mezquita.
El imán avisó a través de loa altoparlantes que habían detenido a un cristiano blasfemo, invitando a los imanes de otras mezquitas cercanas a castigar al culpable y a quemar las casas de los cristianos. La mayor parte de los fieles abandonó sus habitaciones por miedo. La comunidad pidió la intervención de la policía, que arrestó al recolector y le advirtió que sería castigado, si se probase que era culpable.
Amir explicó que no logra recordar el lugar exacto en el cual encontró la bolsa, dado que cada día junta la basura de centenares de casas. Narrando la dinámica de los hechos, é dijo que no se esperaba que el negociante justamente a él, que le había llevado los textos sagrados para evitar que fueran destruidos. La policía a ese punto registró una denuncia contra desconocidos en base a la sección 295 B del Código penal paquistaní (una de las leyes sobre la blasfemia, ndr); luego convenció a los religiosos islámicos a desconocer las acusaciones: al final los líderes musulmanes prometieron que se comprometen en individuar al verdadero culpable.
Después del miedo, la situación volvió a la normalidad. Naveed Walter comenta: “La práctica de acusar a los cristianos con acusaciones de blasfemia no es nueva. Es uan costumbre que afecta a los cristianos inocentes. Si a ser involucrado hubiese sido un musulmán, no se hubiese hecho tanto rumos. las leyes sobre la blasfemia son usadas como espadas suspendidas sobre las minoría. Agradezco a la policía”.
09/07/2019 17:14
