Punjab, intento de homicidio de un ministro por una ‘pelea sobre la blasfemia’
Ahsan Iqbal fue sometido a dos operaciones quirúrgicas y ya no está en peligro de vida. Quien intentó el homicidio pertenece al partido radical Tehreek-i-Labaik Ya Rasool Allah. Profesor católico: “Nuestros mismos políticos se dejaron llevar a los discursos del odio y ahora se están convirtiendo en las víctimas”.
Lahore (AsiaNews)- Los líderes cristianos de Pakistán piden una reforma del sistema político después del intento de homicidio de Ahsan Iqbal, ministro del Interior, que sobrevivió ayer a un intento de homicidio mientras participaba en un encuentro electoral en Narowal, en Punjab. Sus condiciones son críticas pero estables. El encuentro había sido organizado por la comunidad cristiana local, que el año pasado había celebrado la Navidad junto al ministro. Él fue alcanzado por algunos proyectiles disparados por Abid Hussain (v. foto 4), un activista islámico de 21 años, afiliado al partito extremista Tehreek-i-Labaik Ya Rasool Allah (TLYR). El año pasado sus miembros tuvieron bajo control a la capital Islamabad por una disputa sobre el juramento de los parlamentarios a Mahoma. El atacante habría confesado que atacó al ministro justamente porque él estaba a favor de la eliminación de la profesión de fidelidad al profeta del islam. Para los radicales, tal modificación es blasfema.
Transportado de urgencia en helicóptero al Services Hospital de Lahore, Iqbal fue sometido a dos operaciones quirúrgicas en el brazo derecho y está en vías de recuperación. Los médicos, sin embrago lo lograron extraer el proyectil que le traspasó el bajo vientre. Críticas contra el intento de homicidio llegaron de todas las formaciones políticas. Shahbaz Sharif, jefe de ministros de Punjab, declaró que “aquellos que están involucrados en este odioso acto serán entregados a la justicia”.
Anjum James Paul, profesor católico, teme que puedan suceder otros incidentes similares, mano a mano que se acercan las elecciones generales previstas para el 15 de julio. A AsiaNews afirma: ““Nuestros mismos políticos se dejaron llevar a los discursos del odio y ahora se están convirtiendo en las víctimas”. Ningún canal está comentando la confesión hecha por el agresor”. “Necesitamos en una manera desesperada- agrega- tolerancia, ya sea en la política como en la sociedad. Las acusaciones de blasfemia justifican cualquier fechoría. Nadie está al seguro”.
Los cristianos recuerdan que el año pasado las violentas presiones ejercitadas por los manifestantes contra el gobierno de Nawaz Sharif habían llevado a que retiraran la enmienda del juramento parlamentario. En marzo el mismo ex Premier fue el objetivo de un radical que intentó atacarlo lanzándole sus zapatos. Luego, el agresor subió al palco y rindió homenaje a Mumtaz Qadri, el asesino del ex gobernador de Punjab, Salman Tasseer, asesinado porque había criticado la ley sobre la blasfemia y defendió a Asia Bibi.
Samson Salamat, presidente del Rwadari Tehreek (Movimiento por la tolerancia) pide al gobierno acciones decididas contra el partido TLYR. “Pidamos al gobierno-dice- dé resonancia a las verdaderas motivaciones que están detrás del intento de homicidio del ministro. Los sermones llenos de odio homicidio y prejuicio han alcanzado las calles y a las comunidades. Una sociedad que considera héroes a personas como Mumtaz Qadri está destinada a ser manchada de sangre. Había que esperarse una situación de este tipo, dado que las autoridades han hecho caer todos los procedimientos contra los fundamentalistas del TLYR”.
Según Aamir Kakkazai, escritor e investigador, los “principales responsables son los imanes, a los cuales el gobierno les da mano libre y son ellos los que fomentan a los simples musulmanes. Es responsabilidad del gobierno controlar a los religiosos islámicos. Lamentablemente cada vez que hay elecciones, inician los ataques a los políticos, que de este modo no pueden hacer sus campañas electorales”. Hamza Arshad, docente y analista político, considera “que en el aire haya un profundo sentido de inseguridad. Es ya sabido que el agresor haya obrado en base de las acusaciones bien organizadas de blasfemia contra los exponentes del PLM-N [Pakistan Muslim League (Nawaz)]. No se trata de cuestiones políticas. Algunos partidos utilizan la carta de la religión para aniquilar a los rivales. Los líderes religiosos son aquellos que influencian el debate público en los pueblos y en las ciudades de Punjab, donde la mayor parte de los habitantes son jóvenes casi-analfabetos entre los 15 y los 25 años, que vibran de cólera religiosa”.
(Participó Shafique Khokhar)
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