Protestas contra las represas en el Tíbet. Beijing sigue adelante con los proyectos
Los monjes tibetanos que salieron a las calles contra las autoridades chinas fueron arrestados y maltratados durante la detención. El plan de construcción de la central hidroeléctrica supone que dos pueblos y seis monasterios quedarán sumergidos, por lo que Beijing ha enviado a la población local una orden de traslado a la que esta se opone.
Dharamsala (AsiaNews)- La policía china comenzó a interrogar a los tibetanos arrestados el fin de semana por protestar contra la construcción de una presa en el condado de Dege de la provincia china de Sichuan, en la frontera con el Tíbet. Los detenidos - tanto monjes como residentes locales - fueron "abofeteados y golpeados brutalmente cuando se negaron a responder preguntas importantes", dijo una fuente anónima a Radio Free Asia (RFA). "Muchos tuvieron que ser trasladados al hospital" y otros "perdieron el conocimiento por la falta de alimentos y las gélidas temperaturas". Los detenidos (que según la agencia de noticias son más de 1.000) se encuentran recluidos en varios centros, continuaron fuentes anónimas. Mientras tanto, con la reintroducción de las medidas ya utilizadas durante la pandemia de covid-19, se prohibió a la población salir de sus casas.
Monjes y residentes locales comenzaron a protestar pacíficamente el 14 de febrero, cuando recibieron una orden de reubicación forzosa de Beijing debido a la construcción de la central hidroeléctrica de Gangtuo (en chino) o Kamtok (en tibetano). El proyecto requiere la demolición de las aldeas de Upper Wonto y Shipa, donde viven cerca de 2.000 tibetanos, y seis monasterios (tres de los cuales están en el condado de Dege y otros tres en el municipio de Chamdo), porque quedarán cubiertos por las aguas.
Varios vídeos que circulan en Internet muestran a los monjes postrándose ante las autoridades chinas (un gesto que los tibetanos consideran "terrible"), para pedir que se revise la decisión y detengan la demolición de los lugares de culto. Sobre todo los monasterios de Wonto (en cuyo interior hay valiosas paredes pintadas que datan del siglo XIII) y Yena, los más cercanos al lugar de la construcción, con unos 300 monjes, tienen un importante valor religioso y cultural para los tibetanos de la región.
Sin embargo, Beijing no parece dispuesta a detener el proyecto. La central hidroeléctrica Gangtuo/Kamtok, de 2.240 megavatios, está ubicada en un tramo superior del río Yangtze (llamado Drichu en tibetano y Jinsha en chino), y a su vez forma parte de un plan más amplio aprobado por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reformas, que incluye la construcción de decenas de centrales hidroeléctricas entre las mayores del mundo en la zona protegida de los Tres Ríos Paralelos, el Yangtsé, el Mekong y el Salween, que discurren entre Sichuan, Yunnan y el Tíbet, donde se originan. La zona, que desde hace tiempo se encuentra en la mira de China para la producción de energía limpia, es también una reserva natural protegida por la UNESCO. Los grupos de defensa del Tíbet afirman que Beijing aprobó la construcción de las represas enviando información parcial a la agencia de la ONU sobre los posibles daños ambientales.
Los reclamos de la población local y de los activistas medioambientales parecen caer en oídos sordos: a principios de diciembre, China anunció que había completado el 50% de la construcción de la presa de Yebatan, un poco más al sur de la presa de Gangtuo. Según declaraciones del Gobierno chino, la central, en la que Beijing ha invertido más de 33.000 millones de yuanes (4.600 millones de dólares), comenzará a operar a fines de 2025 y contribuirá al desarrollo social y económico de la región.
28/03/2024 15:32