Protestas anti-gubernamentales: ocho muertos en el sur, en llamas el consulado iraní en Najaf
Las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los manifestantes en Nassiriya. Heridas al menos 50 personas, algunas de las cuales en modo grave. La policía atacó para reconquistar el control de 2 puentes estratégicos. Teherán condena el ataque a la representación diplomática, las autoridades decretan el toque de queda.
Bagdad (AsiaNews/Agencias) - Nuevas víctimas en el sur e el consulado iraní en Najaf dado a las llamas, con la inmediata reacción de Teherán que invoca castigos durísimos contra los autores del gesto. No se detiene la ola de violencias relacionadas con las manifestaciones anti-gubernamentales que, desde el 1° de octubre, sacuden Irak y reprimidas con la fuerza por la policía y repartos de la seguridad. Una escalada que preocupa a la Iglesia caldea que, ayer, a través del arzobispo de Bassora- el más importante centro petrolífero del sur- volvió a pedir “nuevas estructuras y Constitución” para superar la crisis y relanzar al país.
Al menos 8 manifestantes fueron asesinados en las primeras horas de hoy en Nassiriya, ciudad santa chií del sur, a pocas horas de distancia del incendio del consulado iraní en la vecina Najaf. El ataque alimentó la tensión en la zona y provocó la violenta reacción de las fuerzas del orden y de los repartos de la seguridad, que abrieron el fuego contra los manifestantes para reconquistar el control de 2 puentes estratégicos para la ciudad. Heridas otras 50 personas, algunas de las cuales están en graves condiciones.
La operación de las fuerzas del orden llega el día después del nombramiento de un nuevo comandante militar en la provincia meridional para detener las manifestaciones que desde el 1° de octubre, causaron 360 muertos y 15 mil heridos en todo el país. Algo que aumentó el clima ya tenso, en Najaf como en otras localidades, el asalto durante la noche tarde de ayer al consulado iraní, símbolo de la República islámica que los manifestantes acusan de manejar los hilos de Irak y condicionar las políticas.
Se trata de la expresión más fuerte del creciente sentimiento anti-iraní en una parte consistente de la población iraquí, sobre todo entre los manifestantes en las calles y plazas desde hace 2 meses. El consulado fue evacuado en las primeras fases del asalto y no resultan víctimas, ni heridos.
Inmediata la respuesta de Teherán, que pide al gobierno central en Bagdad tomar las medidas necesarias contra “los agresores” al origen del incendio de la representación diplomática. Abbas Mousavi, vocero del ministerio iraní de los Asuntos exteriores, invoca “una acción decisiva, eficaz y responsable contra los agentes destructores y agresores”.
En respuesta, el ministerio iraquí de Exteriores, subraya que el ataque durante la noche de ayer “miraba a dañar las relaciones históricas entre Irak e Irán y con el resto de las naciones” de la zona. Las violencias, prosigue la nota, no reflejan la “perspectiva” del país y “las misiones diplomáticas que obran” dentro del territorio son y son “altamente apreciadas y respetadas”.
Esta mañana las calles están más o menos desiertas; las autoridades locales decretaron el toque de queda y un día de descanso para todos los funcionarios gubernamentales.
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