Premier Hasina: Los Rohinyás son ‘una carga’ para Bangladés

de Sumon Corraya

“Por su causa, la población local debe afrontar enormes sufrimientos”. Robos, homicidios, explotación para la prostitución, tráfico de estupefacientes: en los campos de Cox’s Bazar crece el delito. El gobierno corta las telecomunicaciones: protestan activistas y ONG.

Daca (AsiaNews) – Los refugiados rohinyás que huyeron de la violencia en Myanmar (Birmania) son “una carga para Bangladés”. Son declaraciones de ayer de la primera ministra bangladesí, Sheikh Hasina (foto), al dirigirse a una delegación del All-Party Parliamentary Group (APPG) proveniente del Reino Unido. Encabezados por la presidente Anne Main, los parlamentarios británicos entregaron a la premier el reporte final sobre su visita a Cox´s Bazar, un centro donde se alojan refugiados. “Desde la Guerra de liberación de 1971, cuando cerca de 10 millones de bangladesíes huyeron de la India, conocemos el dolor y el sufrimiento de los refugiados; pero ahora, los Rohinyá representan para nosotros una pesada carga y por su causa la población local debe afrontar enormes sufrimientos”, afirmó Hasina.

En las últimas semanas, la población bangladesí ha salido a protestar, con denuncias muy similares a las de los habitantes de Rakhine, el Estado birmano desde donde se inició el éxodo de la minoría islámica, en agosto de 2017. En los campos de refugiados de Cox´s Bazar, muchos refugiados utilizan celulares y smartphones de forma ilegal; ha crecido el delito: aumentaron los robos, los homicidios, la explotación para la prostitución y el tráfico de estupefacientes. Algunos Rohinyás logran alejarse de los centros de acogida, llegan a localidades cercanas y se mezclan con la población, en un intento por obtener un pasaporte y trasladarse a un tercer país. Muchos sostienen que los refugiados representan una amenaza a la seguridad, ya que la militancia islamista es un fenómeno cada vez más difundido.

El 9 de septiembre pasado, la Comisión bangladesí que tiene a su cargo la regulación de las Telecomunicaciones ordenó a todos los operadores interrumpir el servicio de las redes 3G y 4G en los campos. Los refugiados informan que el servicio de alta velocidad dejó de funcionar al día siguiente. Una semana antes, el gobierno había ordenado el cierre de todos los servicios 3G y 4G en el horario de 17 a 6 horas. De momento, los servicios 2G parecen seguir disponibles, pero éstos solo permiten llamadas y mensajes de texto limitados.

Los activistas y ONG que trabajan en los campos de Cox’s Bazar exhortan al gobierno de Daca a revocar las medidas inmediatamente.