Por primera vez, Rusia y Turquía emprenden ataques aéreos conjuntos contra el ISIS

Se centran en posiciones yihadista en al-Bab, una pequeña ciudad situada a 20 km de la frontera turca. Una colaboración “inusual” entre dos frente otrora contrapuestos. Vocero ruso: hay varios medios implicados, las operaciones son “muy eficaces”. Irán se opone a la presencia americana, que es vista como “hostil”, en los coloquios de paz en Astaná.

Estambul (AsiaNews/Agencias) – Moscú y Ankara, por primera vez, han emprendido ataques aéreos conjuntos en Siria, contra objetivos del Estado islámico (EI). Es lo que refirió ayer el ministerio ruso de Defensa, según el cual los aviones caza de los dos países –que otrora estaban enfrentados, y ahora están a la vanguardia en los coloquios de paz a celebrarse en Astaná, el 23 de enero- han azotado los suburbios de la ciudad de al-Bab, en la provincia de Alepo. El ejército turco incluso habla de una operación “coordinada” con Rusia.

Al-Bab, a aproximadamente 20 km de la frontera turca, en los últimos cinco meses ha sido el epicentro de una durísima batalla entre los rebeldes sirios sostenidos por Ankara, las milicias del Estado islámico y las fuerzas kurdas. A principios de la semana, los Estados Unidos también efectuaron ataques aéreos en la zona, en colaboración con Ankara.

Analistas y expertos subrayan la “inusual” cooperación en plano militar que se ha dado entre Rusia y Turquía, Estado miembro de la OTAN. Moscú ha difundido información vinculada a los medios militares involucrados en la operación, pero hasta ahora no ha habido detalles particulares con respecto a la colaboración militar entre los dos países.

Fuentes locales hablan acerca de duros ataques efectuados por el ejército turco contra las milicias yihadistas en al-Bab y en los suburbios de la ciudad. Los bombardeos rusos podrían, desde esta perspectiva, favorecer el avance las tropas terrestres de Ankara.

En este contexto de nuevas alianzas y colaboraciones entre frentes que en otro tiempo se oponían entre sí, queda por verse cuál es el rol que pretenden jugar los Estados Unidos, que mañana inauguran oficialmente la presidencia de Donald Trump.

Por el momento, sigue habiendo dudas sobre la presencia americana en los coloquios de paz a celebrarse en Astaná; el objetivo del encuentro en la capital de Kazajistán es establecer a escala nacional la “frágil” tregua que rige desde la medianoche del 30 de diciembre, y favorecer un diálogo político entre los frentes contrapuestos. Irán se ha manifestado en contra de la posibilidad de que los Estados Unidos estén en Astaná, puesto que no quiere la intromisión de dicho país en el proceso de paz. “Somos hostiles a su presencia –afirmó el ministro de Relaciones Exteriores Javad Zarif – y no lo hemos invitado”.

Distinta es la posición asumida a este respecto por Moscú y Ankara, que en los últimos días se han abierto –si no insistido- a la posibilidad de la presencia de la nueva administración americana en los encuentros. “En este punto, debemos mantener la formación tripartita en acto”, subrayó Bahram Ghasemi, vocero del ministerio iraní de Relaciones Exteriores, según el cual “cualquier ampliación podría incrementar el riesgo de un fracaso”.