Por el coronavirus, las esteticistas cristianas dejan Daca y vuelven a los pueblos
Frente a la crisis económica, miles de mujeres se han visto obligadas a dejar su empleo en la ciudad para regresar a casa y trabajar en el campo. Muchas de ellas son cristianas de etnia Garo.
Daca (AsiaNews) - Santa Rema es esteticista y trabajaba en Daca; hace dos meses que regresó a la parroquia de Jalchatra, en Tangail. La mujer católica, de 30 años, cuenta: “Trabajaba en un conocido salón de belleza, en Daca. Después de marzo perdí mi trabajo y regresé a casa, en Jalchatra. Ahora trabajo como jornalera en una plantación agrícola”. Dice que se había acostumbrado a trabajar en un salón de belleza con acondicionador de aire. Sin embargo, ahora trabaja al aire libre, bajo la lluvia y el sol. Para ella, es difícil trabajar.
Nipa Sangma, otra esteticista, también cuenta su historia. Para cambiar de vida, ella y sus tres hermanos trabajaron en varios salones de belleza en Daca, pero tras el inicio de la pandemia de coronavirus todo se han quedado sin trabajo. Regresaron a la localidad de Jalchatra y para sobrevivir están trabajando en el campo. “Para cambiar nuestra suerte, aprendimos a trabajar en un beauty parker, pero el salón de belleza se encuentra cerrado por el coronavirus. De modo que no podemos permanecer allí. Para sobrevivir, estamos trabajando en el campo”. Desearía tener una ayuda del gobierno hasta que pase la crisis del coronavirus.
Estas historias no solo atañen a Nipa y a Santa, también reflejan la historia de miles de mujeres.
Protap Rema dirige el Nokmandi Community Center, un grupo en defensa de los derechos de los Garo, y explica que tras el inicio de la pandemia de coronavirus, los garos tienen una vida inhumana. Comenta su preocupación por el desempleo en la comunidad Garo. En Daca, dice, viven alrededor de 30.000 cristianos de etnia Garo, y el 90% está sin trabajo. Para sobrevivir, muchos han decidido volver a casa, a sus localidades de origen. “Por lo que sé, en la ciudad de Daca, más de 4.000 mujeres cristianas Garo solían trabajar en salones de belleza. Además de mantener a sus familias en Daca, enviaban dinero al pueblo, pero ahora han quedado desempleadas. Muchas esteticistas están regresando al pueblo porque no podían sostener los costos en Daca”.
Por otro lado, cuenta, muchos niños Garo estudian en Daca, y ellas no pueden volver a casa por los estudios de sus hijos. Las esteticistas están pasando un momento sumamente difícil.
Protap Rema da a conocer que en Daca hay alrededor de 110 propietarios de salones de belleza que se encuentran en una situación dramática, porque todos los salones se encuentran cerrados y por tanto no tienen ingresos.
También informó que el famoso grupo llamado Persona emplea a 2500 mujeres de etnia garo.
Según Varitia Parishad, el presidente de la organización Baharan Sultan Bahar, hay 50.000 personas que han dejado la vivienda que alquilaban en Daca, durante la pandemia de coronavirus. Muchos se han quedado en Daca con sus familias, pero debido a la caída en los salarios y los ingresos, están optando por enviar a sus familias de vuelta a casa, a sus pueblos de origen.
Jubair Ahamad, un vendedor ambulante del rubro alimentario, cuenta: “Envié a mi esposa y a mis dos niños de vuelta, al pueblo de Natore, y dejé la casa que alquilábamos, porque mis ingresos se redujeron en un 50% y no hubiera podido sobrevivir si no enviaba a mi familia al pueblo”. Ahora, Jubair vive en un hostal donde los hombres pueden alojarse a cifras económicas.
27/04/2022 15:32