02/07/2015, 00.00
CAMBOYA
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Phnom Penh, desmayos masivos entre los obreros, vuelve la cuestión de la seguridad en las industrias textiles

Al menos 200 trabajadores han debido ser atendidos por los médicos en los últimos días. En un caso los colapsos se debieron al consumo de comida averiada; pero las pésimas condiciones de trabajo y el uso de solventes químicos peligrosos, contribuyen a aumentar el problema. Sindicalista: los desmayos de masa son fuente de gran preocupación.

Phnom Penh (AsiaNews/Agencias)- Caso 200 trabajadores del sector de la industria textil fueron internados en el hospital en las últimas horas, como consecuencia de una ola de desmayos de masa sucedidos en diversas fábricas del país. La cuestión levantó una vez más el problema de la seguridad en los ambientes de trabajo y en particular, en el sector manufacturero del reino, ya teatro en el pasado de incidentes y protestas.

Cheav Bunrith, vocero del Fondo nacional para la seguridad social (Nssf), confirma que al menos 61 dependientes de una fábrica en la provincia meridional de Takeo se desmayaron en la jornada de ayer. Precedentemente, entre el 29 y el 30 de junio, al menos 89 empleados de una empresa de la provincia de Kandal colapsaron y debieron ser atendidos por los médicos. Otros 36 se desmayaron el 30 de junio en una fábrica de la periferia de la capital. Phnom Penh.

En los que concierne a las 61 personas desmayadas en Takeo, refiere Cheav Bunrith, algunos de ellos “habían consumido pequeños langostinos fermentados en el almuerzo”, lo que le provocó fuertes dolores de cabeza, vértigos y desmayos. Otros trabajadores, viendo a sus colegas desmayarse, tuvieron los mismos síntomas.

Activistas y organizaciones por los derechos humanos, ya varias veces han lamentado dudas y perplejidad en los ambientes de trabajo, a continuación de repetidos episodios de desmayos masivos, causados a menudo por las malas condiciones de trabajo, ventilación insuficiente o uso de solventes químicos peligrosos. Movimientos sindicales y asociaciones de defensa de los obreros piden de hace tiempo aumentos de salario mínimo y mayores condiciones de seguridad, a menudo en vano. “Los desmayos de masa entre los trabajadores- concluye Cheav Bunrith- son todavía hoy una fuente de gran preocupación para nosotros”.

La industria manufacturera es una de las actividades más florecientes y productivas de Camboya, con al menos unas 700 mil personas empleadas en el sector y un volumen de exportaciones en el año 2013 de unos 5,3 billones de dólares. En enero de 2014, la policía y los soldados del gobierno reprimieron con violencia una serie de protestas realizadas por los obreros del sector, para obtener el aumento del salario mínimo. Al menos 5 personas resultaron muertas.

El año precedente, en cambio, en el derrumbe de una fábrica murieron 2 trabjadores. El textil es uno de los sectores clave del balance de la economía de Camboya, que este año, según las previsiones del Banco mundial debería crecer un 7,5%, el dato más elevado de toda Asia del este.

El problema de la seguridad en los ambientes de trabajo es por otro lado común en muchos países asiáticos. En abril de 2013 causó mucha sensación y conmoción la tragedia que golpeó al Rana Plaza en Bangladesh, un edificio en cuyo interior había 5 empresas textiles. En el derrumbe, murieron más de mil personas.

 

 

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