Peshawar, sacerdote en primera línea en las campañas de vacunación anti-polio
Islamabad (AsiaNews)- "El asesino de los activistas comprometidos en las campañas de vacunación contra la poliomielitis me destrozó el corazón; después de los hechos de sangre, nadie quería llevar más adelante el proyecto de prevención al campo. Por esto sentí el deber de hacer algo, para ayudar a las nuevas generaciones a nacer sin riesgo de esta enfermedad". Es lo que cuenta a AsiaNews el p. Anwar Patras, sacerdote paquistaní activo en las áreas de Attock y Nowshera, en la provincia nord-occidental de Khyber Pakhtunkhwa. Con el permiso de las autoridades eclesiásticas, él ha dedicado gran parte de su vida y su misión promoviendo campañas de vacunación contra la enfermedad, golpeando puerta por puerta las casas y encontrando a la población, sin distinción de etnia o fe. Y a cuantos le preguntan por qué un cura decide volcarse a este proyecto, él les explica que "aquí no se trata de religión, sino de habla de humanidad... y mi fe me enseña a mirar al ser humanos en su complejo".
Mientras tanto continúan los ataques contra los operadores y voluntarios: no obstante las amplias aseguraciones en tema de seguridad dadas por el gobierno provincial de Sindh, que sólo ayer ha reiniciado las operaciones de vacunación, esta mañana u grupo fue atacado en Qayummabad, en la metrópolis de Karachi. Testigos locales refieren que dos hombres han abierto el fuego contra un grupo de operadores empeñados en suministrar la vacuna a dos niños, matando a tres personas. Inmediata la suspensión de las actividades. Dura la reacción de los sanitarios, que denuncian condiciones de trabajo peligrosísimas frente a una compensación inferior a los 2,5 dólares por día.
En un reciente comunicado, la Organización mundial de la salud, reconoció la eficacia de India en la lucha contra la polio, eliminada en todo el país. Opuesta la situación en el vecino Paquistán y en particular en Peshawar, capital de la provincia de Khyber Pakhtunhwa, Donde se concentra la principal fuente de difusión y contagio. De 83 casos nuevos, 79 fueron en la ciudad.
Un problema grave y urgente, al cual el p. Anwar Patras decidió dedicar una parte de su vida y de su misión. "Estoy haciendo sólo mi parte contra la polio-agrega el cura- como cualquiera de nosotros puede hacer, tratando de dar su propia contribución para asegurarse una victoria en la lucha contra la polio". El doctor Fazal Haq, del lady Reading Hospital de Peshawar, confirma ña gravedad de la situación, que define "crítica". Por un lado está la "plaga" del terrorismo, que ataca a quienes se baten para eliminar la enfermedad que asume cada vez más características de una verdadera y propia "epidemia". El desea un reinicio de las campañas de vacunación para "salvar a las generaciones futuras".
Paquistán es una de las 3 naciones en el mundo en las cuales la polio tiene aún características de "endémica". En 2011 se registraron 198 casos, el número más alto en el mundo. Gracias a un compromiso constante y al programa sostenido por la Onu, en 2012 el número de contagiados descendió a 58, pero los ataques de los fundamentalistas islámicos podrían dar vuelta las cosas. Tanto que en los primeros meses de 2013 se contaban 27 casos nuevos confirmados, al tercer lugar detrás de Somalia y Nigeria.
En 2012 dos grupos de talibanes han de hecho impuesto la supresión de las vacunaciones contra la polio, en el Norte y Sur de Waziristán. Los milicianos, en respuesta a los allanamientos de parte de EEUU, han asesinado una decena de trabajadores, voluntarios y miembros de seguridad. En 2011, se registraron 8 muertos entre los voluntarios, a los cuales se agregaron otros 12 el año pasado; por esto el gobierno y las agencias internacionales han interrumpido las campañas, favoreciendo nuevos inicios de la enfermedad.
Según los extremistas islámicos, las vacunaciones son el pretexto de esterilizar a los niños musulmanes: ellos acusan a los operadores sanitarios de ser espías pagados por EEUU. Acusaciones amplificadas por el uso por parte de la Cia de una médico paquistaní, en las operaciones que han llevado en 2011 a la identificación y al ataque contra el refugio de Osama Bin Laden en Abbottabad. Los que sufren las consecuencias de esta guerra entre talibanes e instituciones son los niños, que siempre son más atacados por la enfermedad.