Peshawar, coche bomba mata a seis personas que se dedicaban a vacunar contra la polio
Islamabad (AsiaNews/Agencias)-Seis muertos y al menos 12 heridos en la explosión que ha ocurrido en medio de un convoy cerca del hospital de Budh Bher, barrio de Peshawar, provincia di Khyber Pakhtunkhwa, en el noroeste de Pakistán. Según reconstrucciones iniciales, el objetivo del ataque era un grupo de activistas comprometidos en la campaña contra la polio y en el pasado tema de las amenazas de los talibanes. No se detiene la larga racha de violencia, de los extremistas islámica, que marcó la ciudad de Peshawar en el último periodo. En la última semana de septiembre los sangrientos ataques se iniciaron con la masacre en la iglesia de todos los Santos, que causó al menos 200 muertos y cientos de heridos. Se remarca la impotencia de las autoridades y agentes de seguridad, incapaces de frenar la escalada de terror.
La bomba explotada esta mañana al amanecer en Peshawar mató a seis personas, entre ellas cuatro policías y dos activistas de paz del Comité local, dedicados a la distribución de las vacunas contra la poliomielitis en las zonas más críticas del país. La bomba fue activada cuando los operadores estaban llegando a un grupo de casas. Antes, los talibanes habían atacado y matado a algunos profesionales de la salud, también activistas en la campaña de prevención contra la enfermedad.
Pakistán es uno de los tres países en el mundo donde la polio aún tiene naturaleza "endémica". En 2011 hubo 198 casos, el número más alto en el mundo. Gracias a un compromiso constante y el programa respaldado por las Naciones Unidas, en 2012 el número de infectados ha bajado a 58; Pero los ataques de los fundamentalistas islámicos podrían desmejorar los informes. Tanto es así que sólo a principios de 2013 se incluyen 27 nuevos casos confirmados, en tercer lugar detrás de Somalia y Nigeria.
El año pasado dos grupos talibanes paquistaníes de hecho han impuesto la prohibición de las vacunas contra la poliomielitis, en el norte y Waziristán del sur. Las milicias, en respuesta a las incursiones estadounidenses, también han matado a una docena de trabajadores, voluntarios y miembros de seguridad activos en la campaña de prevención.
Según los extremistas islámicos las vacunas son un pretexto para esterilizar los niños musulmanes: acusan a los voluntarios de ser espías a sueldo de Estados Unidos. Las acusaciones se amplifican por el uso de la Cia de un médico paquistaní, en las operaciones que han desembocado en 2011 para la identificación y posterior incursión en el escondite de Osama Bin Laden en Abbottabad, no lejos de la capital Islamabad. Los perdedores en esta guerra entre los talibanes y las instituciones son los niños, que cada vez más terminan siendo afectados por la enfermedad.
17/12/2016 13:14