Peregrinos Kachin: ‘Tres días y dos noches de viaje para ver al Papa’
Son unos 200 y provienen del remoto norte del país. Con ellos la alegría, las oraciones y el sufrimiento de la etnia, en su mayoría cristiana. Muchos de ellos imposibilitados de poder ver al pontífice porque están recluidos en los campos prófugos. Han encontrado hospitalidad en la parroquia San Francisco de Asís. En los próximos días, los parroquianos recibirán a unos 1.300 católicos. De nuestro enviado.
Yangon (AsiaNews)- Tres días y dos noches, en trenes que fueron construidos en la época colonial. Es el duro viaje realizado por unos 200 peregrinos que esta mañana han llegado a la parroquia san Francisco de Asís de Yangon. Son casi ntodos Kachin, etnia en su mayoría cristiana y provienen del remoto norte del país, devastado por una vieja guerra civil que contrapone al ejército étnico contra las fuerzas del gobierno birmanas. Si bien en estos días los enfrentamientos aumentaron, los peregrinos no han querido renunciar a la posibilidad de encontrase con el Papa Francisco, que el próximo 27 de noviembre iniciará su histórico viaje apostólico a Myanmar. Ellos provienen en gran parte de Myitkyina, capital del Estado de Kachin, pero numerosos son fieles originarios de Hpakan, Putao e Bhamo.
“Estamos cansados, pero seremos recompensados por la visita del Papa”, declaran algunas mujeres (foto 2). “Ver al Papa, para nosotros es ver el rostro de Jesús. Es una gracia, una bendición. Ahora podremos morir felices y serenas”, afirman. Junto a todos los peregrinos, ellas llevan con sus oraciones también todo los sufrimientos de todos los Kachin que por razones económicas y de seguridad no podrán participar en la solemne misa del 29 de noviembre en el Kyaikkasan Ground de Yangon, evento principal de la visita del Papa a Myanmar. “Nuestros hermanos Idp (Internal displaced people, los evacuados del conflicto, Ndr) no pueden moverse de los campos pr´gugos donde viven. Por esto esperamos que la visita del Papa pueda contribuir en la paz y la estabilidad en el Estado de Kachin. Confiamos en un cambio de la situación”. No obstante las dificultades que tuvieron que enfrentar para llegar a Yangon, la alegría de los peregrinos es tangible. Petru Lomggam, de 83 años. Logra apenas contener su felicidad: “Nosostros, los Kachin somos así, nos gusta hablar, somos expansivos. Por primera vez desde cuando nos hemos convertido podremos ver a un Papa.¡Es increíble!”.
El numeroso grupo es solo el primero que será recibido en el complejo parroquial de san Francisco de Asís. Para mañana se esperan otros peregrinos y pasado mañana otros 700. La parroquia, como todas las iglesias de Yangon, colabora con la Conferencia episcopal (Cbcm) para asistir a todos los peregrinos que en estos días llegarán a la ciudad de todas partes del país. Cada parroquiano quiere dar su propia contribución y son diversos los voluntarios que se ocupan de los huéspedes. Hay quien les prepara la comida, quien se dedica a la lavandería y quien se ocupa de registrar a los recién llegados (foto). El viaje apostólico del Papa Francisco representa la tercera ocasión para todas las comunidades católicas birmanas de encontrarse e intercambiar las propias experiencias de fe. La primera fue en 2012, cuando se celebró el 100 aniversario de la catedral de St. Mary. En 2014 se celebró los 500 años de la Iglesia birmana.
El p. Jacob (foto 3), párroco de san Francisco de Asís desde hace 8 años, comenta así estos momentos: “La visita del Santo Padre es un milagro. Todos están felices en ayudar, es una fiesta formidable. Este evento alienta la fe y el amor. Nuestra parroquia tiene unos 1300 fieles y hospedará una cantidad similar. Todos están felices de recibirlos, También a los musulmanes y budistas que viven aquí. Este es un signo que la visita del pontífice puede ser también un momento de diálogo y puede contribuir en el mproceso de reconciliación nacional. La fe católica une, no divide. Yo soy un ejemplo: soy de etnia Kharen, mi papá es budista y mi mamá es católica”, concluye el sacerdote.
No distante de la parroquia, tiene su sede el Kyaikkasan Ground, donde escuadras de obreros trabajan día y noche para terminar las decoraciones del palco donede el Papa Francisco celebrará la santa misa. Este fue construido según la tradición birmana para los edificios religiosos, que se encuentran en tantos templos budistas, en la fachada colocaron un Cristo -grama de oro (foto 4).
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