Patriarca maronita: necesitamos un ejecutivo técnico y neutral, para la paz y el desarrollo del Líbano

En el mensaje de inicio de año, el Card. Beshara Raï vuelve a hablar sobre las crisis política que afecta al país. Él acusa a cuantos “obstaculizan” el nacimiento de un gobierno, esencial para asegurar “estabilidad política, económica y social”. Metropolitano griego-católico: Intereses de la nación “ante todo”.

Beirut (AsiaNews) - En el mensaje de inicio de año el patriarca maronita, vuelve a criticar a la política nacional, incapaz desde hace más de ocho meses de encontrar un acuerdo parlamentario- e individual entre las varias facciones chiíes, sunnitas y cristianas- para la formación del nuevo gobierno. El purpurado acusa a aquellos que “obstaculizan el nacimiento de un ejecutivo (...) que no cumplen con su deber de asegurar la paz, de la cual necesitan los ciudadanos libaneses”.

La solución auspiciada por el líder de la Iglesia maronita es el nacimiento de un ejecutivo técnico, formado por expertos y especialistas de cada sector, para superar el estancamiento político, económico e institucional en el cual se encuentra el país de los cedros. Para el purpurado, la nación es “rehén de milicias políticas”, que han aumentado la crisis, tanto para llevar a la población a salir a las calles a protestar.

En la homilía pronunciada ayer durante la misa solemne en la sede patriarcal en Bkerké, el Card. Raï precisó que por “paz” él entiende “estabilidad política, económica y social y de las oportunidades de empleo para todos”. Si cuantos guían al país quieren realmente “hacer revivir al Líbano”, deben evitar “el peligro de tempestades financieras e institucionales”, dando vida a un “gobierno de tecnócratas, neutrales”.

Entre los obstáculos para el nacimiento del ejecutivo- que venía dado por cierto en vísperas de las fiestas de Navidad- los equilibrios de poder al interior de las coaliciones y la asignación de algunos entre ellos más importantes ministerios, entre los cuales el ministerio de la Industria, del Ambiente y de la Información. “Queremos vivir junto-concluyó el purpurado- en el respeto y en la confianza recíproca en la actuación del espíritu y del texto del acuerdo de Taif”, que puso fin a la guerra libanesa. Preocupaciones compartidas por el metropolitano griego-católico de Beirut, Elias Audi, el cual deseó que el año nuevo pueda dar “un modo diverso de proceder entre las facciones políticas” y que estas últimas “puedan cumplir con su deber” y poner “los intereses de la nación ante todo”.

Desde mayo pasado, el Líbano espera el nacimiento de un gobierno fuerte y unido, que esté en grado de superar las muchas amenazas y desafíos que le esperan al país: de las dificultades económicas a la crisis inmigración; de la creciente pobreza al problema ocupacional que afecta con mayor incidencia a los jóvenes. Una situación, denuncia la Iglesia libanesa, de gravísima dificultad, aumentada por la guerra en la vecina Siria, que provocó una emergencia humanitaria sin precedentes.