Patriarca de Bagdad: Los cristianos de Mosul deben poder quedarse en Irak, no tienen que irse al exilio
Bagdad (AsiaNews)- Las familias de los fugitivos de Mosul "deben poder permanecer en nuestra patria, Irak". Las soluciones que hay que buscar no está en el "facilitar las operaciones de las visas" para ser hospedados en el extranjero, sino en "una solución política" que "nos permita permanecer en este País que amamos, y vivir con seguridad, igualdad y dignidad con todos". Es lo que afirma el Patriarca caldeo de Bagdad, Louis Raphael Sako, en un mensaje enviado a AsiaNews, después de la fuga de 500 mil cristianos y musulmanes de Mosul, después de la conquista de la ciudad por parte del ejercito islámico que fundó un Califfao donde rige una rigida sharia
En los días pasados, se difundió la noticia según la cual Francia y Bahrain estarían dispuestos a acoger a los cristianos de Mosul en sus tierras, facilitando la obtención de la visa para ellos.
El Patriarca agradece a París y Manama "por su generosísima propuesta", "que nos honra y honra a los Países que lo hacen", pero subraya que "dejar nuestra patria significa destruir la memoria de nuestra larga historia". Por esto, más que una solución temporánea y humanitaria de emergencia, es necesaria "una solución política": "es necesario que todos los componentes de la nación iraquí y la asamblea internacional puedan encontrarse juntos para reflexionar e individuar una solución duradera que respete a cada uno y salve a nuestro País, para hacerlo salir de este caos y de esta barbarie".
El Patriarca- que ayer volvió de una visita que hizo a las familias que se refugiaron en Kurdistán- cuenta que "hoy estas familias de evacuados no tienen más nada, los jihadistas les han robado todo y están en una situación de precariedad, dolor y urgencia".
Si bien respetando las decisiones personales de cada uno de los refugiados, Mar Sako reafirma que "si Francia y los otros Países quieren realmente ayudar, [deben hacerlo] dando coraje a estas familias para quedarse, enviando a ellos ayuda urgentemente para aliviar el dolor de ellos y contribuir en la construcción de alojamientos en las ciudades donde puedan vivir seguros".
Él hace notar por otra parte, que la propuesta de acoger en el extranjero a estas familias, sin conocer el número "no es coa simple y sin duda se necesita también pensar en lo que implica el desarraigo en lo que se refiere a la diferencia de lengua, cultura mentalidad y costumbres".