Patriarca caldeo: las religiones tienen la misión de difundir y consolidar la paz
El cardenal Sako hizo esta exhortación en su mensaje de felicitación por el año nuevo. El 2020 fue el año de la pandemia de coronavirus, de los sufrimientos que trajo y de las guerras. En 2021 tenemos la tarea de promover la construcción de una "cultura de la no violencia". El Papa en Irak: oportunidad para una "nueva nación".
Bagdad (AsiaNews) - La misión de las religiones es "difundir y consolidar la cultura de la paz, la fraternidad y el amor", afirmó el primado caldeo Louis Raphael Sako en el mensaje que publicó en el sitio web del patriarcado con motivo de la Jornada Mundial de la Paz, el 1 de enero. En este año que termina, marcado por la pandemia del coronavirus y por viejos y nuevos conflictos, expresa la esperanza de que en el 2021 se instaure verdaderamente una "cultura de la no violencia" y que el viaje apostólico del Papa Francisco se convierta en una oportunidad para que Irak "sea una nueva nación". A continuación ofrecemos el texto del mensaje del Patriarca Sako.
Es triste que nuestro país y el mundo entero estén asistiendo a una carrera frenética - a veces armada - por el poder y el dinero, no en favor de las personas y a su servicio. Sólo hay verdadera paz cuando salimos de este egoísmo homicida y construimos una verdadera fraternidad entre nosotros.
La paz es un objetivo fundamental para todo ser humano, sin ella no hay vida estable ni progreso. Para lograr la paz, las personas deben ser educadas intelectual, religiosa y socialmente en los valores de la fraternidad, la tolerancia, la no violencia y la solidaridad. Deben desarrollar la conciencia de la importancia de estos principios para construir una vida armoniosa.
Religión
La misión de las religiones es difundir y consolidar la cultura de la paz, la fraternidad y el amor. Un verdadero creyente - no alguien que usa el manto de la religión para cubrir intereses y acciones - vive la paz dentro de sí mismo y la refleja en su ambiente y en las personas con las que entra en contacto. Esta espiritualidad llena el corazón de consuelo y alegría: "Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios" (Mateo 5: 9).
Los líderes espirituales deben:
- Purificar el pensamiento religioso de los viejos errores e ideas comunes; renovar el discurso religioso y adaptarlo a las necesidades de la época contemporánea, para que responda a la vida y dignidad de las personas y busque su bien, sin afectar su fe.
- Promover la fe común, la humanidad y el patriotismo, difundir el espíritu de tolerancia y el pluralismo religioso e intelectual.
Estado
El Estado debe asumir plenamente sus responsabilidades en la protección de todos sus miembros según la lógica de la ciudadanía, la ley y las instituciones, en el respeto de los derechos y la dignidad.
Se requiere una conciencia y un compromiso comunes para construir la paz, poner fin a las guerras y proteger los derechos de las personas. Esto se logra por medio de la educación en familia (la escuela doméstica), en las escuelas, iglesias y mezquitas, y a través de los medios de comunicación.
En su mensaje para la 54a Jornada Mundial de la Paz del 1 de enero de 2021, el Papa Francisco dijo: "En el umbral del nuevo año, deseo ofrecer mi más respetuoso saludo a los jefes de Estado y de gobierno, a los responsables de las organizaciones internacionales, a los líderes espirituales y a los fieles de las distintas religiones, a los hombres y mujeres de buena voluntad. A todos extiendo mis mejores deseos, para que este año la humanidad avance en el camino de la fraternidad, la justicia y la paz entre las personas, las comunidades, los pueblos y los Estados”.
Como recuerda el pontífice, 2020 fue un año difícil para todos, especialmente debido a las repercusiones de la pandemia y los conflictos, muchas veces por motivos triviales. Por eso esperamos que el nuevo año traiga menos tensiones y sufrimiento, que las condiciones sean mejores para todos, con la esperanza de que se pueda volver pronto, y felizmente, a una situación de normalidad.
En este día les pido que recen para que la paz llegue a los corazones de los hombres en Irak, en Medio Oriente y en todo el mundo, y los muros del odio y la violencia caigan para siempre. También les pido que oren por el éxito de la visita del Papa Francisco a nuestro país, para que en ella Irak pueda encontrar la fuerza necesaria para ser una nación nueva, distinta a la que era antes.
* Patriarca caldeo de Bagdad y presidente de la Conferencia Episcopal Iraquí
17/12/2016 13:14
07/12/2020 14:09