Patriarca caldeo: las fiestas de Navidad en Mosul y en Irak, esperanza para cristianos y musulmanes
Millones de personas salieron a las calles de Bagdad, Mosul, Najaf, Bassora para festejar. Por primera vez en tres años y medio se celebró una misa en el antiguo bastión de Isis. La iglesia fue limpiada y arreglada por jóvenes musulmanes. Los cinco desafíos para el futuro de Irak. Y el deber de la unidad de la Iglesia Iraquí, para proteger el futuro de la comunidad.
Bagdad (AsiaNews) - En estos días de celebración para los cristianos "millones de iraquíes, incluidos los musulmanes", recorrieron las calles y plazas para celebrar las fechas. No solo en Navidad, sino también para fin de año "muchos salieron a la calle", no solo jóvenes sino "familias enteras", unidos en una atmósfera de alegría y despreocupación. Esto es lo que dice a AsiaNews mar Louis Rafael Sako, que en la víspera celebró la misa "por primera vez en tres años y medio" en Mosul, el antiguo bastión del Estado Islámico (EI, ex Isis), que por mucho tiempo fue considerado la capital del autodenominado Califato, recientemente derrotado. "Un momento especial -agrega el patriarca caldeo- para recordar a todos que los cristianos todavía estamos presentes en la ciudad y en el país".
Las fiestas en la calle no sólo se dieron en Bagdad, sino también en otros centros prominentes, incluida la ciudad santa (chiita) de Najaf, el mismo Mosul "donde los ciudadanos han levantado un árbol de Navidad de casi 10 metros de altura". Y también Kirkuk y Bassora en el sur de Irak. "Mucha gente, continúa el prelado, vino a desearnos buena suerte: ministros, diputados, líderes religiosos chiitas y sunitas. En el pasado, incluso antes de la caída del régimen [de Saddam Hussein], jamás se había visto semejante participación. También recuerdo con placer las cartas de felicitación del presidente y el Primer Ministro".
Mar Sako recuerda con especial agrado el mensaje del asesor especial del presidente iraní de Asuntos Religiosos, Ali Yonsi, quien alabó el testimonio de los cristianos de una manera que "tiene hambre de comprensión, reconciliación, paz y moderación". El Alto Representante del Gobierno de Teherán también destacó la importancia de la visita del Papa Francisco a Myanmar y el apoyo que el Papa ha dedicado en varias ocasiones a los Rohingyás, una minoría musulmana perseguida en el país asiático. "Quedé realmente impresionado -subraya el patriarca caldeo- por el hermoso gesto y las buenas palabras del funcionario iraní".
Sin embargo, la mayor alegría para el primado caldeo fue la celebración de la misa de Nochebuena en la iglesia de San Pablo, en Mosul (en las fotos). "Celebramos los ritos, recuerda, gracias al trabajo voluntario de un grupo de jóvenes musulmanes de la ciudad, que organizaron y limpiaron la iglesia para nosotros. Habían llegado de Mosul hace algunas semanas, y se dirigieron al Patriarcado para preguntar si podían preparar el lugar de culto para las celebraciones, por iniciativa propia; según ellos, sin los cristianos, Mosul no tiene color. Y acepté la solicitud con entusiasmo”.
En la ceremonia, concelebrada con los obispos siro-católicos y siro-ortodoxos en Mosul, asistieron altos oficiales militares, funcionarios públicos, funcionarios locales, líderes musulmanes (sunitas y chiítas), junto a muchas familias cristianas y no cristianas de la zona. "Entre estos, dice Mar Sako, había 90 familias que ya han regresado a sus hogares en el sector oeste de Mosul; otros han venido de la llanura de Nínive para ver su iglesia de nuevo. Mi esperanza es poder nombrar pronto a un párroco, para que se ocupe de la pastoral y de las necesidades de las familias cristianas que ya retornaron".
La atmósfera de alegría y celebración también está confirmada por el informe de la ONU de estos días, según el cual por primera vez en un mes [diciembre pasado, nota del editor] no hubo víctimas en Mosul por ataques o incidentes violentos de matriz extremista. "La situación está mejorando, confirma el patriarca caldeo, y vemos una reacción común contra la violencia y el terrorismo. Incluso las autoridades suníes han adoptado una posición común y fuerte en nombre de los cristianos, invitando a los ciudadanos a desear a los cristianos la fiesta. Realmente parece una oportunidad para la unidad y la reconciliación".
Para el futuro de Iraq, mar Sako plantea cinco desafíos que debe enfrentar y superar: la lucha contra el fundamentalismo y el terrorismo, un tema "prioritario"; la lucha contra la corrupción, que está "en todas partes"; la controversia con Kurdistán y el referéndum "que ha creado tantos problemas"; elecciones políticas; la reconstrucción de las ciudades liberadas. "Estos son los desafíos, advierte, en los que los iraquíes deben centrarse para la estabilidad y la seguridad". Voy a hablar sobre esto el próximo 8 de enero, en la reunión programada con el primer ministro Haider al-Abadi".
La Iglesia iraquí, concluye el primado caldeo, debe en cambio "superar las divisiones y la razón con miras a la unidad, mientras salvaguarda las tradiciones de cada rito. Una unidad que no tiene que ser formal, sino sustancial y para la cual se requiere buena voluntad y sentido de la responsabilidad". Y en todo esto Occidente "debe ayudarnos a garantizar la presencia cristiana en la región, desde Egipto hasta Siria, para que nuestras comunidades perseguidoras puedan resistir y permanecer". (DS)
17/12/2016 13:14